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Cada año, en España se rompen más de 100.000 parejas. En 2014 (según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística), se produjeron 105.893 rupturas, que engloban divorcios, separaciones y nulidades. Para los niños un divorcio es una situación estresante, y es frecuente que somaticen estos hechos porque no tienen aún los recursos suficientes para expresar sus emociones. Es decir, que lo manifiesten con síntomas físicos como dolores de barriga, fiebre, irritabilidad, cambios de comportamiento, etc.

divorce by Tony Guyton in Flikr (CC BY 2.0)Para los niños la separación de sus padres siempre será dolorosa pero las consecuencias serán muy diferentes en función de cómo se realice. Según expone Jesús García Pérez, responsable del grupo de Pediatría Social de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS) , si un divorcio se lleva a cabo de forma adecuada la adaptación para los niños será mucho más rápida y los síntomas serán leves y transitorios. Si por el contrario la separación es traumática, los síntomas serán más graves y perdurarán en el tiempo.

Desde su larga experiencia, García Pérez defiende que «el pediatra tiene que añadir a la historia clínica del niño una historia social porque siempre que hay una alteración de conducta, hay que preguntar el contexto familiar». En ocasiones, lo padres cuentan en consulta lo que está pasando, pero otras veces no es así, señala este especialista, y es el médico quien tiene que preguntar. A veces basta simplemente con escuchar.

«Los pediatras sabemos que, por ejemplo, el destete, un cambio de domicilio o el comienzo de la escuela infantil pueden ser circunstancias más importantes para un niño que una viriasis. No obstante, las historias clínicas, plagadas de episodios banales, toses y estornudos, raramente recogen estos datos, ni otros tan relevantes como la muerte o la enfermedad grave de un progenitor, el divorcio reciente o conflictivo de sus padres, etc. Hechos trascendentes que conocemos sin necesidad de hacer un tercer grado a la familia si tenemos una actitud de escucha activa en la consulta»

Sin embargo, a veces, llegar a todo no es fácil, sobre todo por la falta de profesionales que tiene el Sistema Nacional de Salud en la actualidad. Los datos reflejan que el 30% de la población infantil está siendo atendida por médicos no especialistas en Pediatría. Así, y según señala el Dr. Jesus Garcia Perez «para garantizar la calidad en la atención, son precisas ratios máximas de 1.000 tarjetas sanitaria por pediatra».

¿Qué deben hacer los padres?

Las consecuencias en los niños pueden ser más o menos graves dependiendo de varios factores. Influye el grado de conflicto previo entre los padres, si se ha criado o no conjuntamente a los hijos y la capacidad económica de ambos progenitores así como su estilo de vida. Del mismo modo, añade Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social , las reacciones de los niños dependerán de la edad, de las explicaciones recibidas, si se mantiene o no relación con ambos padres, si hay acuerdos entre los progenitores, si hay entre ellos un cierto grado de hostilidad, etc. Este especialista ofrece 14 pautas para orientar a los padres en cómo ayudar a los niños en su divorcio:

1. Exprésele su cariño constantemente y hable con ellos todas las veces que sea necesario de forma clara y honesta, escuchándoles bien y comprobando que no les queda ninguna duda.
2. Dedique al menos unos minutos para estar con sus hijos, preferentemente haciendo algo que les guste.
3. Recuérdeles que no tienen la culpa de la separación, y que tampoco pueden hacer nada para unirles de nuevo.
4. Observe los cambios de conducta que puedan tener.
5. Mantenga la misma estructura, límites y disciplina de siempre, pues esto les dará tranquilidad y seguridad.
6. Apoye las relaciones de sus hijos con la familia de su ex pareja, a menos que sean perjudiciales para ellos.
7. Busque ayuda en familiares y amigos para manejar las emociones.
8. Cuanto mejor esté con su ex pareja, mejor se encontrarán los niños.
9. No deje que su hijo esté en mitad del conflicto, ni mucho menos que sea un árbitro.
10. No hable mal de su ex pareja delante de ellos.
11. No use a sus hijos para averiguar cosas de su ex pareja.
12. No compita con su ex pareja por el amor de sus hijos.
13. No se refugie en los niños para sentirse mejor (si necesita hablar, busque un amigo, no use a los niños como confidentes).
14. No les mienta ni les engañe, en este momento, deben saber que pueden confiar en usted.

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