La leche materna es el alimento principal y de elección para un neonato y lactante. Ese dogma que abanderamos todos los pediatras se ha instalado con fuerza en la población general con un conocimiento cada vez más amplio de sus beneficios. Esto hace que nos podamos enfrentar a situaciones en las que mujeres que no tienen suficiente leche materna para su hijo la demanden de otras madres. Internet y los grupos de redes sociales son un campo abierto para la venta o cesión de leche de madres lactantes a otras con un mercado incontrolado que se favorece por la falta de regulación en esta materia.
Debemos recordar a las madres en las que sospechemos esta situación que recibir leche materna de forma no controlada puede desembocar en situaciones de gran riesgo para el recién nacido, más cuando éste tenga alguna patología o sea prematuro. Al ser un líquido biológico puede ser vehículo de enfermedades infecciosas no sólo bacterianas, sino también víricas, parasitarias o priónicas. Además de contener sustancias nocivas como drogas o medicamentos. Se ha demostrado que la leche materna comprada por internet contenía hasta un 10% de leche de vaca para aumentar su volumen.
Por lo tanto, la práctica de donación de leche no controlada no debe ser aceptada. Sólo los bancos de leche materna disponen de controles de seguridad que puedan garantizar este procedimiento, y por esto lo que sí debemos fomentar es la donación. La selección de las donantes, el tratamiento de la leche y su prescripción siguiendo orden facultativa hacen de los bancos de leche de madre donada una expectativa de supervivencia para grandes prematuros o neonatos enfermos.
Sheila de Pedro del Valle
Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila
