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Trastornos del sueño y melatonina, ¿sabemos cómo utilizarla?

10 Dic 2014 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Actualizaciones Bibliográficas

Consenso sobre el uso de melatonina en niños y adolescentes con dificultades para iniciar el sueño. Pin Arboledas G, Merino Andreu M, de la Calle Cabrera T, Hidalgo Vicario MI, Rodríguez Hernández PJ, Soto Insuga V y Madrid Pérez JA. An Pediatr (Barc). 2014;81(5):328.e1-328.e9

Un 30% de los niños presenta un Angelico de Mario Antonio Pena Zapatería en Flikr (CC BY-SA 2.0) en algún momento de su vida, ascendiendo esta cifra hasta el 80% en niños con alteraciones del neurodesarrollo. Dado que tiene un papel fundamental sobre el crecimiento, la conducta o el aprendizaje, está en nuestra mano realizar una intervención eficaz para intentar solventarlo. Aunque la mayoría de pediatras prefieren las intervenciones no farmacológicas comenzando con los hábitos saludables y terapias cognitivo conductuales, el uso de la melatonina cada vez se encuentra más extendido en las consultas de Atención Primaria. Éste documento recoge una revisión sistemática sobre su utilidad, y particularidades sobre su dosificación y modos de administración en los distintos trastornos del sueño en niños y adolescentes.

En el insomnio de conciliación, la melatonina disminuye la latencia del sueño comparada con placebo. Las dosis propuestas son de 1 a 3 mg en lactantes y escolares, y 2.5 a 5 mg en niños mayores ajustándola según respuesta (niños con problemas neurológicos 3-15mg). Se debe administrar a la misma hora, 30-60 minutos antes de la hora habitual de dormir. No se ha establecido la duración del tratamiento.

En el síndrome con retraso de fase, el cambio del momento de secreción de melatonina endógena se correlaciona con el momento de administración de la exógena y no con la dosis. Es por esto que un tratamiento eficaz requiere determinar antes la secreción nocturna de melatonina (DMLO) bien por agenda libre de sueño, o medición salival o urinaria. La dosis varía de 0.5 a 5 mg debiéndose administrar 5 horas antes de la DMLO (o bien 7 horas antes del inicio del sueño si no se ha medido). En niños de 6-12 años se ha demostrado que adelanta una hora el inicio del sueño. Las referencias sobre el síndrome de piernas inquietas indican que no mejora la latencia del sueño.

Aunque los datos sobre los efectos secundarios en niños son bastante escasos, a corto plazo (4 semanas) se describe como un tratamiento seguro. A largo plazo no hay suficiente información, pero estudios de seguimiento a 3 años no han mostrado efectos relevantes. Dado sus efectos a otros niveles, se recomienda especial control en determinadas situaciones como la presencia de enfermedades autoinmunes, tumores hematológicos, asma mal controlada, diabetes o epilepsia. Se ha documentado su interferencia con el metabolismo de la insulina y la posibilidad de su acción proconvulsivante, aunque parece que esto último está controvertido. Los efectos sobre el adelanto puberal parecen mera coincidencia con la disminución de la melatonina endógena en la pubertad.

Sheila de Pedro del Valle
Médico Interno Residente. Hospital Universitario de Salamanca

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