Este artículo se centra en los últimos avances en cuanto a definición y tratamiento de la que es la urgencia neurológica más frecuente en Pediatría. Mientras que las definiciones previas lo consideraban como la crisis de duración superior a 30 minutos, existe un nue-vo sistema de clasificación diagnóstica que considera cuatro aspectos: semiología, causa, correlato electroencefalográfico y edad.
El objetivo del manejo del status epiléptico es que finalice la crisis lo antes posible y los algoritmos más recientes están enfocados a desarrollar una secuencia de fármacos que logre el cese de la crisis de una manera oportuna. Las benzodiacepinas continúan como tratamiento de primera línea y los estudios han demostrado muy pocas diferencias en cuanto a la eficacia de lorazepam, diazepam o midazolam en todas sus vías de administración disponibles.
Guías como ESETT, ConSEPT y EcLiPSE están desarrollando ensayos para valorar po-sibles diferencias entre fenitoína intravenosa y levetiracetam iv como agentes de segun-da línea. Asimismo la lacosamida se está perfilando como potencial agente de segunda línea. La falta de interacciones significativas con levetiracetam, anima a los clínicos a usar combinaciones de segunda línea. Las recomendaciones de las futuras guías clínicas se complicarán debido a la posible inclusión de topiramato, lamotrigina y carbamazepina en los algoritmos, actualmente de forma experimental.
Laura Gómez Recio
Médico Interno Residente de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca