Un 20% de los casos de alopecia areata corresponden a pacientes pediátricos y, en la mayoría de series, supone la principal causa de consulta por motivos capilares. No es grave en lo referente al pronóstico vital, pero puede mermar la calidad de vida de los pacientes por el significativo impacto psicológico que ejerce en el paciente y en sus familiares.
Se afectan niños y niñas por igual y la edad de aparición suele ser a partir de los 5 años. La historia familiar de alopecia areata se encuentra entre el 5-20% de los pacientes, y tiene gran relación con la edad de aparición: las más precoces suelen tener mayor carga genética familiar.
Se baraja una etiología multifactorial. Hay una base genética que facilita un disturbio inmunológico que implica a las células T de fenotipo CD4 activado. Existen también autoanticuerpos circulantes contra estructuras foliculares y no foliculares. Sobre ellos, unos factores desencadenantes, como son: los procesos nfecciosos, vasculares o alteraciones de tipo psicológico (estrés, ansiedad y depresión). Recientemente(14), se ha descrito una importante asociación de prevalencia entre morbilidad psiquiátrica en la AA infantil, cercana al 40%, destacando déficit de atención con hiperactividad, trastorno ansioso y trastorno del ánimo.