- El consumo desenfrenado navideño es un patrón de conducta que estamos enseñando a nuestros hijos, nuestros grandes imitadores.
- La compra de regalos debe ser adecuada al niño, su personalidad, su edad y sobre todo a su seguridad.
El consumismo es la otra cara de la desnutrición y la falta de oportunidades que afecta a tantos niños y niñas. El apetito desenfrenado hacia el consumo de bienes materiales que invade a la sociedad actual no sólo afecta a personas de manera particular o con poder adquisitivo, sino que arrastra hacia la insostenibilidad a muchas familias. Compramos con tal de no escucharles, para no sentirnos culpables por estar tantas horas fuera de casa, para reivindicar los deseos de incumplidos de niño y lo que estamos haciendo es enseñarles un patrón de consumo ,que repetirán cuando sean mayores
El niño pide y el niño tiene. Creen relacionar su felicidad con tener cosas. Lo quieren todo y tienden a no valorar las verdaderas cosas que traen la felicidad. Los pediatras de la Sociedad Española de Pediatría de Atención Primaria y extrahospitalaria (SEPEAP) recomendamos:
- Debemos enseñar a los niños que valemos por lo que somos, no por lo que tenemos.
- Hagamos a los niños adultos responsables capaces de vivir sin la necesidad de tener lo que no es esencial, sino solo aquello que les traiga una verdadera satisfacción.
- Revaloricemos los juguetes tradicionales, artesanales que fomentan la creatividad compartiéndolos con ellos. La felicidad está más en compartir que en poseer, en ser que tener, en dar que en recibir, en la austeridad y no en el despilfarro, una demostración de amor a veces es decir “No”.
- Juega más con tus hijos y enséñales a colaborar para las compras, implicándoles en la medida que su capacidad le permita, en la elaboración del presupuesto familiar, así como desarrollar actitudes ecológicas, como ahorrar y reciclar y serán más felices. Contribuiréis a educarles en un consumo responsable.
- Demos a los niños, cariño, besos, abrazos y no un futuro asegurado un simple abrazo es suficiente, jugar con los hijos esos juguetes que son demandados por ellos ante el acoso de las campañas publicitarias, y que nunca podrán ser, por muy grande que sea el tamaño del juguete, un “sustitutivo afectivo”.
- No permita que nadie ,ni los medios de comunicación, les diga lo que es mejor para sus hijos.
- No comparen a sus hijos con los demás niños, cada ser humano tiene necesidades y capacidades diferentes.
- Eviten ser padres “competidores consumistas”, No compre para que sus hijos tengan más que los demás.
- Lo que los padres desean, no son lo que desean sus hijos.
- Valorar al comprar algo, si los hijos lo necesitan o no.
- Limitar el tiempo que pasan viendo la televisión y otras tecnologías digitales, ofreciendo juegos activos y creativos como alternativa, así como satisfacer sus necesidades de exploración y conocimiento del entorno sin recurrir al consumo
- Educar a los hijos para que se conviertan en consumidores críticos, racionales y solidarios con el medio ambiente.
- Muchos objetos de “usar y tirar “hacen la vida más fácil; sin embargo esta característica está extendiendo el mensaje de que “nada tiene valor para permanecer en el tiempo”Jugar es una de las actividades más significativas de la infancia. Los juegos y juguetes tienen un papel importante en el desarrollo su personalidad, les ayudan a socializar y a desarrollar la capacidad afectiva, sin olvidar que son un motor fundamental para la integración social.
SEGURIDAD
Aparte de la preocupación obvia de acertar con el juguete más apropiado a la personalidad del niño al que le hacemos el regalo, debemos asegurarnos de su idoneidad y seguridad. A la hora de comprar y regalar un juguete, es aconsejable seguir algunas pautas:
- Preste atención a las etiquetas que presentan los juguetes. Obligatoriamente, tienen que llevar: la marca “CE”, que significa que el producto cumple con las normas de seguridad de la Comunidad Europea; el nombre y la marca del producto; la razón social y la dirección del fabricante o importador; las instrucciones y advertencias de uso; y, en caso de tratarse de juguetes eléctrico, se debe especificar su potencia máxima, la tensión de alimentación que precisa y su consumo energético.
- Respete las recomendaciones de edad. Elija el juguete adecuado para la edad, habilidades y capacidades del niño. Los juguetes no destinados a un determinado grupo de edad pueden poner en riesgo la seguridad de los niños. Asegúrese de leer y seguir la recomendación de la edad, especialmente el pictograma de 0 a 3.
- Compruebe su calidad. Si compra una muñeca, un peluche o un juguete parecido, compruebe que los ojos, las orejas, etc., estén bien cosidos o pegados, sin que haya peligro de que se desprendan.
- Advertencias. Si compra cometas u otros juguetes voladores, que lleve una advertencia de que no debe ser utilizado cerca de las líneas eléctricas, o si compra juguetes náuticos, que haya consejos de que se puede utilizar en el agua y siempre bajo la supervisión de un adulto. Y juegos con experiencias químicas, dirigidas a mayores de 10 años, deben contener advertencia de que contienen sustancias peligrosas.
- Preste atención a las instrucciones y advertencias de los cargadores de baterías. Algunos carecen de mecanismos para prevenir el recalentamiento, y las pilas también pueden ser la causa de graves accidentes.
- Enchufe de seguridad. Los juguetes que utilizan corriente eléctrica deben tener un enchufe de seguridad.
- Evite juguetes que tengan bordes afilados, cortantes o en punta, principalmente para los niños menores de 8 años.
- Sujeción. Observe que el “pito” de los juguetes de goma que suenan no pueda desprenderse y ser tragado. Debe estar fabricado todo en una sola pieza.
- Precauciones. Tenga cuidado con los juguetes que se parecen a comida de verdad. Los niños pueden intentar comérselos.
- Evite accidentes. Para los niños menores de seis años, evita juguetes que contengan piezas pequeñas. El juguete debe ser lo suficientemente grande para que no pueda ser tragado.
- Siga cuidadosamente las instrucciones de montaje y de uso del juguete. Guarde tanto las instrucciones como cualquier información útil que se incluya en el juguete en un lugar seguro. No modifique las características del juguete.
- Materiales irrompibles. Los juguetes para bebés deben estar fabricados con materiales que no se rompan. Además deben evitarse aquellos que estén pintados o barnizados.
- Seguridad en movimiento. Los juguetes sobre ruedas, patinetes o patines, siempre deben utilizarse acompañados de un casco y un equipo de seguridad adecuado al tamaño del pequeño.
- Proyectiles. Los juguetes con proyectiles no están indicados para los niños pequeños. El uso inadecuado de esos juguetes podría causar serias lesiones en los ojos de los niños.
- Pilas y baterías. La tarea de cargar las baterías de un juguete debe ser siempre supervisada por un adulto. No permita que su hijo pequeño maneje pilas o adaptadores.
- Cuidado con el embalaje. Una vez se abran los regalos, desecha todas las envolturas plásticas para evitar que se conviertan en artículos dañinos para jugar o que puedan causar asfixia.
- Si descubre un problema de seguridad en el juguete, comuníquelo siempre al fabricante y a las autoridades públicas correspondientes.