1-La enuresis nocturna es una anomalía en el control del esfínter vesical a partir de los cinco años de edad
2-Muchos casos remiten espontáneamente (15% anual)
3-Los niños enuréticos tiene un trastorno del despertar, es decir, duermen muy profundo
4-Además, la mayoría de ellos tienen contracciones vesicales nocturnas o aumento del volumen urinario
5-En la consulta del pediatra debe descartarse la existencia tanto de problemas renales u otros asociados a un aumento del volumen urinario como de insuficiencia respiratoria nasal que pueda cursar con pausas de apnea
6-Es ideal que cualquier forma de tratamiento comience solo cuando el niño lo solicite y se admita su implicación dada la importancia inicial del tratamiento conductual. Esto suele ocurrir a partir de los ocho años de edad. Es factible intentar el tratamiento conductual antes de pasar a una siguiente fase terapéutica con fármacos o alarmas sonoras
7-El tratamiento con desmopresina actúa en dos factores favorecedores de la enuresis, a saber, el trastorno del despertar y el aumento del volumen urinario. No está indicado su empleo si el niño y la familia no están en condiciones de cumplir estrictamente la restricción de líquidos
8-En los casos con antecedentes de síntomas diurnos previos de vejiga hiperactiva [polaquiuria (orinar muchas veces pequeñas cantidades), incontinencia, urgencia miccional] o cuando no es eficaz la desmopresina, se puede intentar el tratamiento con fármacos anticolinergicos
9-Cuando se utilizan alarmas sonoras, el niño debe tener suficiente grado de madurez para comprender cómo actúa La respuesta suele ser lenta y el cumplimiento exige esfuerzo e implicación del niño y su familia. Es la forma de tratamiento que mantiene mayor eficacia una vez que se suspende su uso
10-Aunque no es una enfermedad, la enuresis nocturna debe tratarse porque influye negativamente en la autoestima del niño