La Bordetella pertussis es una bacteria gramnegativa causante de la Tos ferina. Pese al uso generalizado de vacunas en todo el mundo, se declaran anualmente 16 millones de casos y 195000 muertes. Es una de las principales causas de mortalidad por enfermedad inmunoprevenible. La mayor parte de muertes por tos ferina ocurren en niños demasiado pequeños para estar vacunados, niños no vacunados o incorrectamente vacunados. En la mayor parte de los casos, el contagio proviene de un contacto familiar adolescente o adulto (principal reservorio de B. Pertussis). La clínica característica de la tos ferina infantil no se presenta en el adulto, con lo que el índice de sospecha del médico de familia es bajo, y no se hace el diagnóstico, ni se instaura el tratamiento, medidas de aislamiento ni profilaxis de los contactos.
Después de la aparición de la vacuna en los años 40, los casos de enfermedad se redujeron drásticamente en los países en los que la vacuna se aplicó sistemáticamente, entre ellos España. Sin embargo, en los últimos años se ha comunicado una incidencia creciente en todo el mundo, aunque siempre muy por debajo de la era prevacunal. Se postulan muchos factores explicativos de este fenómeno: pérdida progresiva de la inmunidad en adolescentes y adultos, vacunas acelulares menos inmunógenas y de menor duración protectora que las antiguas de células enteras, circulación de clones de B. Pertussis con características antigénicas distintas de los componentes antigénicos de las vacunas actuales, especialmente clones sin toxina pertúsica, mayor sensibilización del clínico ante la sospecha diagnóstica, generalización y facilitación del acceso al diagnóstico por Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)…
El diagnóstico por cultivo se ha considerado el patrón de oro durante décadas. Sin embargo es una prueba muy específica (100%) pero de baja sensibilidad, dado que depende de la presencia de bacterias viables, cuyo número va disminuyendo drásticamente a medida que la enfermedad progresa, limitando su utilización a las dos primeras semanas del inicio de la tos, y el resultado es diferido a los 7 días. En la actualidad ha sido masivamente sustituída por la PCR, que amplifica el ácido nucleico de la B.pertussis, no requiere de bacterias viables, es extremadamente sensible, puede ser realizada en las 4 primeras semanas del inicio de la tos y ofrece resultados en 24-48 horas. La PCR es una prueba de laboratorio de hospital y tiene un coste elevado.
Presentamos una nueva prueba de amplificación de ácido nucleico que permite un diagnóstico rápido de tos ferina en la consulta de Atención primaria. El Ampli Vue Bordetella assay de Quidel/Palex medical, utiliza un sistema de amplificación dependiente de la enzima helicasa. Detecta la secuencia de inserción IS481 del DNA de Bordetella pertussis, compartida también por B. Holmessi y B. Bronchiseptica, gérmenes que pueden causar cuadros clínicos parecidos a B. Pertussis. Las muestras se recogen por frotis nasofaríngeo, se procesan con relativa sencillez y el resultado final está disponible en un máximo de 90 minutos. Los estudios comparativos con la PCR nos muestran una alta sensibilidad (97%) y especificidad (98,1%).
El diagnóstico rápido molecular, ya disponible también para gripe y VRS, le permite al Pediatra de AP disponer de pruebas tan sensibles como la PCR, a un coste muy inferior, y poder tomar decisiones inmediatas en la consulta. En el caso de la tos ferina, ahorra antibióticos innecesarios al paciente (en la actualidad se inicia tratamiento de los casos sospechosos en espera del resultado de la PCR) y permite iniciar precozmente la profilaxis de los contactos (actualmente diferida a la confirmación del diagnóstico en el caso índice).