García A, Rodríguez M, Arias E y Bote M. Impacto del tratamiento con metilfenidato sobre las propiedades funcionales y estructurales del ventrículo izquierdo a medio plazo en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. An Pediatr (Barc).2022 Jan;96:43-50.
doi: 10.1016/j.anpede.2020.12.017
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la infancia. La evidencia clínica apoya la idea de que el tratamiento con psicoestimulantes en niños y adolescentes sanos es seguro a corto y medio plazo, pero parece razonable plantear estudios que evalúen su efecto a largo plazo. Pequeños incrementos de la presión arterial (PA) pueden modificar la geometría del ventrículo izquierdo alterando su función. Los objetivos del estudio se centran en valorar la influencia de estos fármacos en el tono simpático y la poscarga midiendo su repercusión sobre las propiedades funcionales y estructurales del ventrículo izquierdo (VI). Así mismo, valorar la utilidad de la exploración ecocardiográfica seriada para esto y determinar la necesidad de protocolizar un seguimiento a medio plazo en este grupo pacientes.
Estudio de intervención prospectivo, longitudinal y comparativo tipo case-crossover. Se realizó un seguimiento durante 3 años. La población a estudio la forman niños tratados por primera vez con metilfenidato (MTF) o lisdexanfetamina (LDX) a dosis habituales. Se excluyeron pacientes con patología cardiaca previa, comorbilidades médicas (tipo obesidad [IMC medio 18.27 +/- 3.75] o HTA o diabetes), tratamiento con otros fármacos o mala adherencia al tratamiento. Finalizaron el estudio 73 pacientes con una edad media de 9 +/- 2.6 años en el momento de la inclusión de los que el 75.3% (n=55) eran varones. El subtipo de TDAH más frecuente fue el inatento. Hasta un 40% presentaban además trastorno del aprendizaje como comorbilidad más común. 92% fueron tratados con metilfenidato, en concreto, su forma de liberación sostenida fue la fórmula farmacéutica más utilizada. Al inicio del estudio, todos los pacientes tuvieron unas cifras de PA sistólica y diastólica normales en relación al sexo, edad y somatometría. Los parámetros estudiados en relación a la geometría ventricular izquierda (diamétro diastólico [DdVI], espesor de la pared posterior [PP], del septo interventricular [SIV] y masa ventricular calculada por la fórmula de Devereux y ajustada por superficie corporal) fueron normales. No hubo alteraciones de la función sistólica del ventrículo izquierdo o derecho ni de la función diastólica.
Se observó un aumento significativo de las PAS de 3.7 +/- 9 mmHg (p=0.004) entre la primera y la tercera visita. La PAD también se incrementó en 2 +/-11.5 mmHg pero sin significación estadística. Estos resultados fueron independientes del tipo de estimulante utilizado y la dosis. A nivel estructural, la geometría y la masa ventricular se mantuvieron estables hasta el final del estudio al igual que los parámetros relacionados con la función de ambos ventrículos. En relación a la función diastólica se halló un incremento leve pero progresivo del tiempo de relajación isovolumétrica (TRIV) (57.3 +/- 13.2 en la primera visita hasta 62.4 +/- 14.6 en la tercera) (p=0.046) en el 31% de los pacientes, pero finalmente ninguno cumplió criterios estrictos de disfunción diastólica.
Dado que no se encontraron alteraciones ecocardiográficas estructurales ni funcionales suficientes para clasificarlas como disfunción sistólica o diastólica se puede concluir que los fármacos son seguros. Sin embargo, los datos que indican estadios precoces de alteración de la relajación pueden ser el primer paso para el diseño de estudios a más largo plazo que confirmen un posible remodelado miocárdico secundario al aumento de presión arterial.
