Este estudio tiene como objetivo evaluar si la introducción de nuevas guías de tratamiento en sepsis neonatal resulta en una disminución del número de días con antibioterapia sin aumentar la tasa de reinfección.
Se incluyeron directrices a partir de datos clínicos y de laboratorio –proteína C reactiva-; todos los recién nacidos a término tratados por sospecha de sepsis neonatal precoz en el Hospital Ryhov, Jönköping (Suecia) fueron estudiados antes (periodo 1: 2016-2017) y después de la introducción de las nuevas directrices (periodo 2: 11 de junio de 2018 al 30 de septiembre de 2019). Las nuevas recomendaciones (aplicadas durante el segundo periodo) para la suspensión de antibioterapia de forma precoz debían cumplir los siguientes criterios: recién nacidos a término sin necesidad de asistencia cardiorrespiratoria que presentaran hemocultivo provisionalmente sin crecimiento de ningún germen al tercer día y con disminución del 50% de la PCR.
Hubo 7618 recién nacidos a término en el periodo 1 y 5005 recién nacidos a término en el periodo 2. Durante los períodos 1 y 2, hubo 61 y 59 con diagnóstico de sepsis neonatal precoz, que cumplieron los criterios para un tratamiento antibiótico más corto. El número de hemocultivos positivos fueron siete (0,92/1000 recién nacidos vivos) y cinco (1/1000 recién nacidos vivos) en el periodo 1 y 2. La mediana de proteína C reactiva fue de 5,2 mg/dl y 4,2 mg/dl en los periodos primero y segundo, respectivamente. La duración de la terapia con antibióticos (mediana: siete frente a cinco días, p<0,001) y la estancia hospitalaria (mediana: siete frente a cinco días, p<0,001), así como los costes sanitarios (disminuidos en 122 000 euros al año) se redujeron en el grupo que cumplió con los criterios después de la introducción de las directrices.
Concluyen de esta forma que la toma de decisiones en función de las nuevas guías para el manejo de la sepsis neonatal precoz disminuyó significativamente la duración de la terapia con antibióticos y la estancia hospitalaria, y, por tanto, da lugar a una reducción de los costes sanitarios, sin aumento de la tasa de reinfección.
Marta García Lorente
Residente de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca