La cirugía de las amígdalas a menudo causa dolor intenso que dura muchos días como se ha demostrado por los datos del Registro Nacional de Cirugía de Amígdalas en Suecia. La amigdalotomía se asocia con menos reingresos por sangrado, menor número de días requiriendo analgésicos y menos reconsultas por dolor en comparación con la amigdalectomía.
Los datos del registro ponen de manifiesto la necesidad de guías de práctica clínica sobre tratamiento del dolor basadas en la mejor evidencia para la cirugía de amígdalas. Para ello se revisa la literatura actualizada y la experiencia clínica en el campo del dolor pediátrico, por médicos ORL y anestesistas de cada clínica ORL en Suecia.
Se aboga por un enfoque de tratamiento del dolor multimodal, incluyendo la premedicación y administración durante la anestesia, con paracetamol, clonidina y betametasona. Si no se da como premedicación la combinación se puede administrar por vía intravenosa en la fase inicial de la anestesia. Al final de la cirugía, si no hay problemas de sangrado, se pueden administrar los inhibidores de la COX. Después del alta hospitalaria, las recomendaciones para el alivio del dolor son el paracetamol combinado con inhibidores de la COX (ibuprofeno, diclofenaco), y si es necesario la clonidina oral en favor de los opioides. Cuando la intensidad del dolor disminuye, interrumpir el tratamiento analgésico en el siguiente orden: opioides, clonidina, paracetamol y , finalmente, ibuprofeno. La necesidad de un tratamiento analgésico después de la amigdalectomía es generalmente de 5-8 días, y después de amigdalotomía sólo 3-5 días. Se recomienda a los padres contactar con el hospital si el niño tiene dificultades para beber o comer adecuadamente, y/o refiere dolor a pesar de tomar la medicación recomendada con regularidad.
Javier López Ávila
Pediatra de EAP. CS San Bernardo Oeste. Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario. Salamanca
Profesor Asociado de Pediatría. Universidad de Salamanca