Nuestro socio y pediatra Guillermo Álvarez Calatayud, nuevo presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos. El Dr. Álvarez Calatayud es especialista en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón de Madrid y ha sido elegido nuevo presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP) en sustitución del gastroenterólogo Francisco Guarner. El Dr. Álvarez Calatayud nos ha concedido una entrevista.
¿Cómo decidió presentarse a la presidencia?
Fue una decisión de la Junta Directiva anterior de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP) con el objetivo de consolidar el hecho de conseguir que profesionales sanitarios de distintas disciplinas e investigadores compartan sus conocimientos y experiencias en un Workshop anual y que puedan salir adelante proyectos como el libro de la sociedad, cursos de formación a diferentes profesionales o la realización de estudios de postgrado.
¿Cuáles son sus próximos retos?
Seguir con la labor que comenzó el presidente saliente, el doctor Guarner, es decir que la SEPyP siga siendo una organización científica que haga posible un foro de intercambio que permita conocer la investigación actual que se está realizando en el mundo de la microbiota y los probióticos y su aplicación en la clínica.
¿Qué importancia tiene su condición de pediatra en la visión de su especialidad?
Muchas de las aplicaciones del empleo de probióticos en la práctica clínica son desarrolladas en los niños y, quizás, sean en esta población las que tengan mayor grado de evidencia científica por lo que el conocimiento de la microbiota autóctona y las recomendaciones de su empleo deberían formar parte de la formación tanto de pediatras hospitalarios, como de Atención primaria.
¿Cuales son los últimos avances importantes que deben conocer los pediatras en probióticos y prebióticos?
Son muy numerosas las áreas donde se está investigando actualmente sobre microbiota, probióticos y prebióticos: enfermedad cardiovascular, patología neurológica y del comportamiento, tercera edad, reproducción, etc. Es una realidad que la aplicación de los probióticos en la clínica se ha empezado a emplear en enfermedades tan diversas como el autismo o la enfermedad celiaca. Pero para que su uso sea rutinario en diversas patologías son necesarios más estudios para evaluar su evidencia científica.
¿Cuales son los retos con los pediatras respecto a su conocimiento de probióticos y prebióticos y su impacto en la salud?
Los profesionales sanitarios, incluidos médicos y farmacéuticos prescriben y recomiendan, respectivamente, estos complementos nutricionales mucho menos de lo que lo la evidencia científica ha demostrado su eficacia. Es probable que, al tratarse de preparados no financiados por el Sistema Nacional de Salud estos productos estén en desventaja ante otras alternativas existentes. Por ejemplo en el tratamiento de mantenimiento de la colitis ulcerosa han resultado igual de eficaces que la mesalazina. Nos daríamos por satisfechos si los pediatras recomendaran su uso, al menos, en patologías como la diarrea aguda o para prevenir ésta cuando se consumen antibióticos.