Gidding SS. To Screen or Not to Screen: That Is the Cholesterol Question. Pediatrics. 2024 Nov;154(5):e2024068548
https://doi.org/10.1542/peds.2024-068548
Este artículo aborda la cuestión de la detección del colesterol en niños. Tras la publicación de informes en 1992 que recomendaban su cribado, el Dr. Ronald M. Lauer, quien presidió esos informes, planteó si realmente era necesario conocer los niveles de colesterol para ofrecer consejos sobre la prevención de enfermedades cardíacas. La respuesta, según un estudio reciente que utiliza datos del Muscatine Study y otros, es que no es esencial, ya que conocer los valores de lípidos no mejora significativamente la predicción del riesgo de enfermedades cardíacas en adultos.
Sin embargo, el artículo también menciona la importancia de realizar un perfil lipídico en la infancia para detectar enfermedades como la hipercolesterolemia familiar (HF), que puede causar enfermedades cardíacas prematuras.
Los estudios demuestran que tratar la HF desde la adolescencia puede eliminar prácticamente las enfermedades cardíacas antes de los 40 años, reduciendo así el riesgo de ataques cardíacos. Se sugiere que la mejor edad para identificar la HF es durante la infancia, ya que encontrar un niño con HF suele llevar a descubrir a uno o dos familiares no diagnosticados que también necesitan tratamiento. En 2024, la pregunta clave es qué niveles de colesterol en los niños son necesarios para prevenir enfermedades cardíacas. Ante todo, se recomienda realizar el cribado de HF en todos los niños entre 9 y 11 años, o a partir de los 2 años de forma oportunista, utilizando un perfil lipídico con umbrales específicos.
Desde entonces, la evidencia sugiere que el enfoque en el control del peso y otros factores de riesgo modificables es más efectivo que el cribado universal para identificar dislipemias leves a moderadas, que generalmente se tratan con cambios en la dieta y el manejo del peso. En definitiva, aunque el cribado puede ser útil en ciertos casos, la gestión de factores de riesgo como la obesidad es fundamental para mejorar la salud cardiovascular en los niños.