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Impacto global del brote de la enfermedad por coronavirus 2019 en niños con trastornos de dolor abdominal funcional: resultados de la primera fase de la pandemia

17 Ene 2022 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Actualizaciones Bibliográficas, Noticias

Strisciuglio C, Martinelli M, Lu P, et al. Overall Impact of Coronavirus Disease 2019 Outbreak in Children With Functional Abdominal Pain Disorders: Results From the First Pandemic Phase. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2021 Dec 1;73(6):689-694.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34417400/

La COVID-19 ha tenido un importante impacto psicológico en la población, según los datos de encuestas de opinión pública, si bien no hay pruebas claras de cómo la cuarentena ha podido afectar a los pacientes con trastornos gastrointestinales funcionales (TGIF). La ansiedad y los trastornos depresivos comórbidos son altamente prevalentes en los pacientes con trastorno de dolor abdominal funcional (TDAF), lo que sugiere una disfunción primaria cerebro-intestinal como mecanismo plausible. La pandemia de la COVID-19 ofrece una oportunidad para aclarar algunos aspectos de la patogénesis del TDAF, ya que la coronafobia posiblemente ejerce efectos negativos sobre los síntomas de los pacientes, mientras que la disminución del estrés escolar y el aumento de la atención de los padres pueden constituir factores atenuantes.

El objetivo es evaluar cómo la primera fase de la pandemia de la COVID-19 influyó en los síntomas de los niños con TDAF y caracterizar su calidad de vida (QoL), ansiedad y salud global.

Se trata de un estudio multicéntrico, observacional e internacional realizado entre abril y julio de 2020 en seis centros de referencia diferentes. Los niños diagnosticados con TDAF entre octubre de 2019 y febrero de 2020 fueron inscritos y entrevistados prospectivamente a los 4 meses de seguimiento durante la primera fase de la pandemia (grupo de cuarentena). Se pidió a los pacientes que completaran los cuestionarios PedsQL 4.0 Generic Core Scale y PROMIS Anxiety and Global Health. Se utilizó como grupo control una cohorte de niños diagnosticados de TDAF entre octubre de 2018 y febrero de 2019.

Se inscribieron 356 niños de los cuales 180 (edad media al diagnóstico: 14 ± 2,8 años) en el grupo cuarentena y 176 (edad media al diagnóstico: 13 ± 2,8 años) en el grupo control. A los 4 meses de seguimiento, se observó una reducción significativa de los niños que referían >5 episodios de dolor abdominal al mes en comparación con el inicio, en ambos grupos (grupo de cuarentena: 63,9% vs 42,2%, p < 0,001; grupo de control: 83,5% vs 50%, p < 0,001). El grupo de cuarentena tuvo una mediana de valores de QoL de 84,8 con un 16,6% de los niños mostrando valores de ansiedad elevados y un 55% con una puntuación de salud global disminuida.

Se demuestra, por tanto, la mejoría de los síntomas a los 4 meses de seguimiento en ambas cohortes. Durante los primeros meses de la cuarentena COVID-19 los niños con TDAF mostraron valores satisfactorios de QoL y ansiedad, lo que sugiere efectos positivos del cierre de la escuela y de la mayor atención de los padres.

Beatriz Martín López-Pardo

Residente de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca

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