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La atención primaria española lucha contra la prescripción inadecuada de antibióticos

17 Nov 2016 | Actualidad, Actualidad para Padres, Carrusel, Contenido para padres, Pediatría Integral

  • El uso de antibióticos sólo se recomienda en la lucha contra infecciones bacterianas, no con gripes u otras enfermedades causadas por virus.
  • En Atención Primaria se prescriben el 90% de los antibióticos que se consumen.
  • Las bacterias multirresistentes provocan anualmente 25.000 muertes en la UE.

resistencia-a-los-antibioticos-by-oms-in-www-who-intLa introducción de los antibióticos en la práctica clínica, en la década de 1940, los ha convertido en medicamentos indispensables para el tratamiento de la mayoría de los procesos infecciosos bacterianos, tanto en el hombre como en los animales. El desarrollo de resistencias a los antimicrobianos, especialmente la aparición y diseminación de bacterias multirresistentes, y la escasez de tratamientos alternativos son dos de los mayores problemas de salud pública. El uso inapropiado e indiscriminado de los mismos es uno de los factores principales que contribuyen a este fenómeno.

En Europa, en un día cualquiera, en torno al 30% de los pacientes ingresados en los hospitales europeos reciben, al menos, un antibiótico. España se encuentra por encima de la media europea, somos el quinto país en cuanto al consumo de antibióticos en Europa en el ámbito hospitalario. Sin embargo, es en Atención Primaria donde se prescribe el 90% de los antibióticos que se consumen. Algo más de la mitad se indican para combatir infecciones del tracto respiratorio. El uso de antibióticos parece, por tanto, excesivo y frecuentemente inadecuado, tanto en Atención Primaria como en la atención hospitalaria.

La falta de recursos diagnósticos adecuados y, en menor medida, un conocimiento insuficiente de las enfermedades infecciosas pueden conducir a una mala selección o duración de los tratamientos antibióticos y a un uso inadecuado. Este uso inapropiado conlleva consecuencias muy graves, ya que incrementa la morbilidad y la mortalidad de los procesos infecciosos y, contribuye a la diseminación de resistencias a los antimicrobianos.

A finales del siglo XX, los principales problemas de resistencia en nuestro país estaban causados por bacterias Gram positivas, pero, sin duda, la mayor amenaza creciente en nuestro tiempo está determinada por las bacterias Gram negativas, capaces de acumular resistencias a todos o casi todos los antibióticos disponibles.

Urge emprender acciones para combatir la selección y propagación de las resistencias a los antimicrobianos:

  • La rapidez de la propagación de las resistencias a los antimicrobianos entre países y continentes, está favorecida por el incremento del comercio y de los viajes, que hace de estas un problema global que afecta a la salud pública y animal.
  • Las infecciones causadas por microorganismos resistentes que no responden a los antibióticos tradicionales, se traduce en una prolongación de la enfermedad e incluso en la muerte del paciente. Se estima que más de 25.000 muertes anuales en la UE son debidas a infecciones causadas por bacterias multirresistentes.
  • Nos enfrentamos a infecciones por bacterias con riesgo de convertirse en clínicamente incontrolables, retornando a la era preantibibiótica.

 

Hay evidencia científica de que las intervenciones que pueden realizarse para mejorar el uso de antibióticos reducen la presión antibiótica y contribuyen al control de las resistencias. La implantación de un programa institucional para la optimización del tratamiento antimicrobiano, redujo de forma significativa la proporción de prescripciones inadecuadas (de un 53% se redujo al 26,4%). Esta reducción del consumo por un uso apropiado de antibióticos supuso una disminución total en los gastos directos de los mismos del 42%.

En Atención Primaria, se ha observado que la prescripción diferida en algunas patologías y la disponibilidad de métodos de diagnóstico rápido en consulta, ayudan racionalizar el uso de antibióticos y a disminuir su prescripción innecesaria, sobre todo en infecciones respiratorias.

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea (CE) indican que, para tener éxito en la lucha contra la resistencias a los antimicrobianos, se requiere un planteamiento global y multidisciplinario, en el que se incluyan todos los agentes implicados, tales como: diferentes profesionales sanitarios, los dedicados a la vigilancia y al estudio de las resistencias a los antimicrobianos, profesionales con actividades en el campo de la veterinaria, entidades sociales que favorezcan la difusión de los mensajes a la opinión pública y, de manera muy relevante, responsables de la Administración con capacidad de implementar estas estrategias de control.

El Consejo de la Unión Europea, el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y sus Agencias han identificado la necesidad de establecer una estrategia común europea para valorar y afrontar el problema del desarrollo de resistencias a los antimicrobianos.

El Plan de Acción sobre Resistencias Antimicrobianas desarrollado en la Comunicación de la Comisión Europea incluye acciones que se identifican como vitales para la lucha contra las resistencias. También exhorta a los Estados miembros para que desarrollen e implementen en cada nación estrategias o planes de acción para contener el desarrollo de resistencias a los antimicrobianos. En España el Ministerio de Sanidad a través de la AEMPS creó el grupo que desarrolló el Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos (PRAN), Se trata de una iniciativa extraordinariamente ambiciosa, de carácter multidisciplinario y transversal, en la que participan instituciones de sanidad humana, veterinaria y militar, entre las que está la SEPEAP.

Los objetivos del Plan se dividen en distintas líneas estratégicas:

  • Vigilancia del consumo de antibióticos y de la resistencia a antimicrobianos.
  • Controlar la difusión de resistencias.
  • Identificar e impulsar medidas alternativas y/o complementarias de prevención y tratamiento.
  • Definir prioridades en materia de investigación.
  • Formación e información de los profesionales sanitarios.
  • Comunicación y sensibilización de la población en su conjunto y de subgrupos de población.

La SEPEAP participa en este plan, como parte de los subgrupos de trabajo de 5 medidas:

  • Mejorar la vigilancia de las resistencias a los antibióticos.
  • Controlar el uso de antibióticos críticos.
  • Diseñar y difundir herramientas para la promoción de las buenas prácticas.
  • Limitar el uso profiláctico de antibióticos.
  • Promover el desarrollo y uso de pruebas de sensibilidad y test de diagnóstico rápido.
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