Se trata de un estudio de cohorte controlado prospectivo. Se estudia una cohorte de 80 pacientes consecutivos diagnosticados de proctocolitis alérgica entre octubre de 2006 y noviembre de 2011, y se seleccionan 80 controles (hermano del caso seleccionado que fuera menor de 6 años sin alergia o, en su defecto, otro control de misma edad y sexo que acudía por un traumatismo menor sin antecedente de alergia). Posteriormente participaron en una entrevista telefónica cada 12 meses hasta que el niño tenía al menos 4 años, momento en que se les pidió que completaran el Cuestionario parental sobre los síntomas gastrointestinales pediátricos, versión Roma III.
Dieciséis de los 160 sujetos (10.0%) incluidos en el estudio cumplieron los criterios de Roma III para trastornos gastrointestinales funcionales (FGID). 12 (15.0%) de los 80 pacientes con proctocolitis alérgica, y 4 (5.0%) de los 80 controles cumplían criterios de FGID ( P = 0.035). Después del ajuste por edad y sexo, el OR para los FGID en el grupo de proctocolitis alérgica fue de 4.39 (IC 95%, 1.03-18.68). Los FGID se asociaron significativamente con la anemia por deficiencia de hierro, la duración de la hematoquecia y una edad más temprana en el momento de la presentación. En un análisis multivariante, solo la duración de la hematoquecia se asoció significativamente con el desarrollo de FGID (OR, 3.14, IC del 95%, 1.72-5.74).
Los autores concluyen que la proctocolitis alérgica es un factor de riesgo para el desarrollo de FGID en niños. Estos datos sugieren que no solo la infección, sino también un desencadenante alérgico transitorio de la vida temprana, puede inducir síntomas digestivos persistentes, lo que respalda la existencia de FGID “postinflamatorios”.
Ángel Martín Ruano
Pediatra de EAP. CS San Bernardo Oeste. Salamanca
Profesor Asociado. Facultad Medicina. Universidad de Salamanca