Min J, Wu Y, Huang S. et al. Serum cholesterol level as a predictive biomarker for prognosis of Neuroblastoma. BMC Pediatr. 2024 Mar 22;24(1):205
https://doi.org/10.1186/s12887-024-04700-7
El neuroblastoma constituye el tumor sólido extracraneal más común en la infancia, representando aproximadamente el 8% de las neoplasias infantiles. Actualmente, para la estratificación del riesgo, se tienen en cuenta dos escalas, la del Sistema de Estadiaje Internacional del Neuroblastoma (INSS) y la del Grupo de Oncología Pediátrica (COG), ambas basadas en múltiples factores y complicadas de manejar. A esto hay que sumarle que los biomarcadores más conocidos de esta enfermedad, como son la enolasa específica de neuronas, el ácido vanilmandélico y el ácido homovanílico, ofrecen una baja sensibilidad para predecir la progresión del neuroblastoma.
Por otra parte, los niveles séricos de colesterol se relacionan, cada vez más, con distintos tipos de cáncer y parecen desempeñar un papel relevante en la aparición y la progresión neoplásica. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue evaluar el potencial del colesterol sérico como biomarcador predictivo para el neuroblastoma y la correlación entre su nivel sérico y el pronóstico de los pacientes.
De esta manera, se encontraron niveles de colesterol más elevados en aquellos pacientes con recaída y en los que fallecieron durante el seguimiento. El colesterol se identificó como un factor de riesgo independiente con repercusión en el pronóstico. Finalmente, al añadir los niveles de colesterol a las escalas antes mencionadas, se encontró que el área bajo la curva de la supervivencia libre de recurrencia en el nuevo sistema de clasificación de etapa del INSS y de riesgo del COG aumentaron a 0.691 (IC del 95%: 0.535–0.847) y 0.748 (IC del 95%: 0.622–0.874), respectivamente, con lo que aumenta su precisión.
En conclusión, la incorporación de los niveles séricos de colesterol como biomarcador de riesgo para la recurrencia y la muerte de los niños con neuroblastoma aumenta significativamente la precisión de las escalas clásicas y, por tanto, del pronóstico.