La tosferina es una enfermedad que sigue dándonos quebraderos de cabeza a pediatras, médicos de familia y microbiólogos. Estamos asistiendo desde hace unos años a un resurgimiento de casos en todas las edades infantiles en muchos países de nuestro entorno, pese a las elevadas coberturas vacunales. Es un debate abierto y con muchas cuestiones sin resolver, cómo teniendo desde los años 50 vacunas contra el germen causante, ha sucedido este rebrote. Gran parte de estas cuestiones se deben al conocimiento limitado de la patogénesis de la enfermedad, y de los mecanismos implicados en la inmunidad natural ó postvacunal contra el gérmen. Estas cuestiones son las que aborda esta fantástica revisión del Tropical Diseases que os presentamos, de obligada lectura.
“The Pertussis resurgence: Putting together the pieces of the puzle”. Lapidot and Gill. Tropical Diseases, Travel Medicine and Vaccines (2016) 2:26
Por otro lado, el período de desabastecimiento de la vacuna Tdpa que hemos venido padeciendo parece tener fin relativamente cercano. El uso de esta vacuna como inmunización de refuerzo en el niño, adolescente y adulto, y actualmente en la mujer embarazada, volverá a ser la pauta en nuestro calendario vacunal. También está indicada en profilaxis postexposición de los contactos (además de los macròlidos) cuando la última dosis recibida tenga más de 5 años, y aunque se recomienda en general a todos los contactos domésticos, debe priorizarse en entornos domésticos en los que hayan recién nacidos de madres sintomáticas, neonatos, lactantes y niños pequeños no vacunados o parcialmente vacunados y personas con enfermedades crónicas (asma, cardiopatías, inmunodeprimidos) y embarazadas. Os presentamos en este sentido un artículo de un estudio hecho en España, donde concluyen que la vacuna acelular fue eficaz para prevenir casos secundarios en contactos domésticos de 1-9 años.