El Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar acaba de publicar las últimas recomendaciones internacionales de soporte vital. Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar. El conocimiento por parte de la mayor parte de los ciudadanos de los síntomas de un paro cardíaco (Ausencia de respuesta y dificultad respiratoria) y la activación de los servicios de emergencias mediante 112 o 061 mientras se realiza una reanimación cardiopulmonar de calidad es esencial
La importancia de la ayuda telefónica facilitada por el operador de emergencias durante la RCP y de la misma RCP durante el uso de un desfibrilador externo automatizado suponen una garantía para la persona que sufre una parada.
Entre las novedades pediátricas el Consejo menciona las siguientes:
Soporte vital pediátrico
Los cambios en las recomendaciones han sido elaborados en respuesta a nuevas evidencias científicas convincentes y utilizando hallazgos clínicos, organizativos y formativos, han sido adaptadas para promover su empleo y facilitar su enseñanza.
Soporte vital básico
• La duración de la administración de una respiración es de alrededor de 1 s, para coincidir con la práctica en adultos.
• Para las compresiones torácicas, la parte inferior del esternón debe deprimirse por lo menos un tercio del diámetro torácico antero posterior (4 cm en el neonato y 5 cm en el niño).
Manejo del niño gravemente enfermo
• Si no hay signos de shock séptico, los niños con una enfermedad febril deberían recibir fluidos con precaución y revaluación tras su administración. En algunas formas de shock séptico, la administración controlada de cristaloides isotónicos puede ser más beneficiosa que la utilización liberal de fluidos.
• Para la cardioversión de una taquicardia supraventricular (TSV), la dosis inicial ha sido revisada a 1 J/kg
Algoritmo de parada cardiaca pediátrica
• Muchas de las características son comunes con la práctica en adultos.
Cuidados postresucitación
• Se debe prevenir la fiebre en los niños en que se consiga recuperación de la circulación espontánea (RCE) ya desde el ámbito extrahospitalario.
• El manejo con control de temperatura de los niños post RCE debería incluir la normotermia o la hipotermia ligera.
• No existe ningún indicador pronóstico que por sí solo permita decidir cuándo finalizar la resucitación.
Resucitación y soporte de transición de recién nacidos en el paritorio
Lo que sigue son los principales cambios que se han hecho en las recomendaciones del ERC para la resucitación en el paritorio en 2015:
- Soporte de transición: Reconocimiento de la situación única del recién nacido en el paritorio, que raramente requiere resucitación pero que algunas veces necesita ayuda médica durante el proceso de transición postnatal. El término “soporte de transición” ha sido introducido para distinguir mejor entre las intervenciones necesarias para restaurar las funciones vitales orgánicas (resucitación) y el apoyo de transición.
- Pinzamiento del cordón umbilical: Para recién nacidos sin compromiso, a término y pretérmino, ahora se recomienda una demora en el pinzamiento del cordón de al menos un minuto desde la expulsión completa del lactante, tanto en recién nacidos a término como pretérmino. Aun así no hay evidencia suficiente para recomendar un tiempo determinado para el pinzamiento del cordón en recién nacidos que requieran resucitación en el paritorio.
- Temperatura: Tras el parto la temperatura de los niños recién nacidos sin asfixia debería mantenerse entre 36,5ºC y 37,5ºC. La importancia de conseguir este objetivo ha sido subrayada y reforzada debido a su fuerte asociación con mortalidad y morbilidad. La temperatura en el momento del ingreso debería registrarse ya que es un índice pronóstico y un indicador de calidad.
- Mantenimiento de la temperatura: Tras el parto, durante el ingreso y estabilización de recién nacidos con menos de 32 semanas de gestación, puede requerirse una combinación de intervenciones para mantener la temperatura entre 36,5ºC y 37,5ºC. Esta puede incluir gases respiratorios calentados humidificados, aumento de la temperatura de la sala y cobertor plástico de cuerpo y cabeza, y manta térmica, o sólo manta térmica, todos los cuales han sido efectivos para reducir la hipotermia.
- Evaluación óptima de la frecuencia cardiaca: En recién nacidos que requieran resucitación se sugiere que el ECG puede ser utilizado para proporcionar una estimación rápida y exacta de la frecuencia cardiaca.
- Meconio: La intubación traqueal no debería utilizarse de forma sistemática en presencia de meconio y debería ser realizada solamente ante la sospecha de obstrucción traqueal. El énfasis debería ponerse en el inicio de la ventilación dentro del primer minuto de vida en los recién nacidos que no respiren o que respiren de forma inefectiva, y esto no debería demorarse.
- Aire/Oxígeno: El soporte ventilatorio de los recién nacidos a término debería comenzarse con aire ambiente. En los prematuros, debería utilizarse inicialmente o bien aire o bien concentraciones bajas de oxígeno (hasta 30%). Si a pesar de una ventilación efectiva la oxigenación (idealmente guiada por oximetría) siguiera siendo inaceptable, debería considerarse la utilización de concentraciones de oxígeno más elevadas.
- CPAP: En los prematuros con dificultad respiratoria pero que respiren espontáneamente, el soporte respiratorio inicial puede proporcionarse mediante CPAP en lugar de la intubación.
Para poder conocer el resumen ejecutivo, puede consultarse en español AQUI: Recomendaciones para la Resucitación 2015 del Consejo Europeo de Resucitación (ERC)