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Ocho consejos pediátricos antes de elegir el campamento para tus hijos

20 May 2014 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Pediatría Social, Actualidad para Padres, Carrusel, Contenido para padres

  • Las normas del campamento han de incluir datos sobre medidas sanitarias, conservación y administración de medicamentos y servicios médicos urgentes.
  • Se recomienda tener personal sanitario, o con conocimientos sanitarios, y protocolos a seguir antes los distintos tipos de incidencias sanitarias posibles.

La legislación turística en España es ciertamente heterogénea; cada Comunidad Autónoma a excepción de Ceuta y Melilla tiene una legislación propia con requisitos diferentes. La SEPEAP (Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria) recomienda que se establezcan normas específicas comunes para valorar previamente el estado sanitario de los jóvenes que han de acudir a campamentos de día y de larga estancia.

Las normas del campamento han de incluir también datos sobre medidas sanitarias, conservación y administración de medicamentos y servicios médicos urgentes.

Aunque los campamentos estén ubicados en diversos ambientes, existen normas generales que son aplicables a todas las situaciones; en determinadas circunstancias son apropiadas otras recomendaciones específicas a este respecto.

OCHO RECOMENDACIONES GENERALES                

  1. Es recomendable que los campamentos tengan normas y protocolos sanitarios por escrito, que hayan sido aprobados por un médico que posea conocimientos especiales sobre la salud infantil, preferiblemente un pediatra. La SEPEAP alienta a sus miembros a que cooperen con los campamentos locales en la revisión de dichas normas.
  2. Los campamentos deberían asegurarse de que todos los asistentes cumplan con las pautas de vacunación recomendadas por la AEP y seguir los requisitos de los departamentos sanitarios de su Comunidad Autónoma.
  3. Es recomendable que antes del primer día del campamento, todos los campistas presenten una valoración completa de su estado de salud, realizada durante los 12 meses anteriores y firmada por un profesional sanitario cualificado, preferiblemente un pediatra. Los campistas con historias clínicas significativas que tengan implicaciones asistenciales (por ejemplo, asma, intervenciones quirúrgicas, convulsiones, diabetes, lesiones ortopédicas) habrán de haber sido sometidos a una valoración médica en el curso de los 6 meses anteriores.
  4. Los directores del campamento serán responsables de explicar a los padres las actividades y programas que se realizasen y los servicios médicos disponibles. En el momento de formalizar la solicitud de asistencia, los padres deben conocer los requisitos médicos previos a la autorización de la misma.
  5. Antes del comienzo, los padres deberían presentar un Informe del pediatra donde se haga constar si está vacunado, si padece o no enfermedad infecto contagiosa o algún tipo de enfermedad, alergia, intolerancia que precise cuidados a alertas especiales, las medicaciones que precise y si necesita ayuda o control para su administración, además de aquella circunstancia que el pediatra considere pertinente reseñar. Además, de presentar las órdenes médicas referentes a los medicamentos de venta con receta, las dietas, o los dispositivos médicos especiales que requiera el niño, firmadas por un profesional sanitario cualificado. Por lo que respecta a los dispositivos médicos, como inhaladores o nebulizadores, el niño debe mostrar competencia para utilizarlos, ante la enfermera del campamento y otro profesional sanitario in situ, o bien aprender de ellos la manera de usarlos eficazmente. Si esto no es posible, deben tomarse las medidas necesarias para que el personal médico ayude al niño a utilizarlos correctamente.
  6. Antes de empezar el campamento, los padres o tutores son también responsables de dar a conocer a la dirección del centro cualquier problema sanitario que exista, así como todos los medicamentos que tome actualmente el niño.
  7. A su llegada al campamento, todos los niños deberían someterse a una exploración para detectar la presencia de enfermedades infecciosas u otros problemas sanitarios, como impétigo o piojos. Este cribado debe correr a cargo de un profesional autorizado que conozca los problemas sanitarios y las enfermedades infantiles, el cual ha de comprobar las medicaciones que están tomando los niños y poner al día las historias clínicas aportadas previamente.
  8. Entre los datos registrados en el campamento se han de incluir los teléfonos de contacto de todos los niños, para casos de urgencia. Además, si existe algún proceso crónico (por ej., diabetes), hay que anotar los datos del médico del niño: nombre, números de teléfono y fax y fecha de la última visita efectuada.

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS

Algunos campamentos diurnos y nocturnos organizan programas que requieren un mayor nivel de forma física, al consistir en actividades extenuantes. La participación de tales programas deben explicarse por anticipado a los padres, así como al niño y a su médico. Estos campamentos requieren un método de valoración sanitaria global que sea acorde con la naturaleza, las condiciones y las actividades del campamento. Los requisitos sanitarios exactos para participar varían según el programa de que se trate.

El personal del campamento debe informar a los padres de los procesos específicos que excluyen en la participación en determinadas actividades (p. ej., asma para el submarinismo).

El personal del campamento debe solicitar y guardar archivada la siguiente información:

  1. Vacunaciones: Estado vacunal del menor.
  2. Enfermedades infecciosas:

a)      Si el niño ha pasado varicela.
b)      Si el niño ha sido vacunado contra la varicela.
c)      Si los miembros del personal del campamento han sido vacunados contra la hepatitis A y B o son portadores.
d)      Otras enfermedades.

  1. Información sobre alergias conocidas.

Es recomendable que en los campamentos que carezcan de un responsable sanitario autorizado (médico, diplomado/a en enfermería, ATS) en su plantilla, establezcan protocolos sanitarios que den cobertura a incidentes de mayor o menor importancia además de aportar información sobre las relaciones y coordinación del campamento con los servicios de urgencia locales.

Las enfermedades que se producen comúnmente en los campamentos y que requieren algún tipo de actuación son las siguientes: Tendas x Marcos Santos

  • Infecciones de vías respiratorias altas.
  • Vómitos y diarreas.
  • Impétigo y micosis cutáneas.
  • Asma y alergia.
  • Otitis externa.
  • Faringitis estreptocócica y odinofagia.
  • Piojos y sarna.
  • Conjuntivitis
  • Quemaduras solares y procesos relacionados con el calor.

Además, el personal médico del campamento es responsable de la conservación segura y de la administración de las medicaciones. Esta responsabilidad varía según el tipo de campamento (p. ej., para niños diabéticos o con enfermedades crónicas). Debe establecerse un protocolo para transportar con seguridad los medicamentos en las excursiones que se realicen, y el director médico del campamento ha de tomar las decisiones pertinentes con respecto a las aptitudes del personal para administrar los medicamentos o sobre la seguridad si se permite que un determinado niño participe en una excursión.

Estas recomendaciones no incluyen los temas que afectan al personal del campamento; sin embargo, quienes supervisen las actividades acuáticas deben poseer un título vigente que los capacite para la reanimación cardiorrespiratoria pediátrica. Aunque son pocos los campamentos que se hallan lejos de instalaciones médicas, es importante que todos posean personal que pueda administrar in situ los primeros auxilios y efectuar la reanimación cardiorrespiratoria.

Los principios que promueven estas recomendaciones son aplicables a todos los campamentos; debe señalarse, sin embargo, que cuando participan niños afectados de incapacidades o con otras necesidades médicas especiales puede ser necesario establecer valoraciones y servicios adicionales, y que los campamentos diseñados para acoger específicamente a esta población de niños y adolescentes tienen que estar equipados de un modo diferente. Los directores de estos campamentos deben procurar obtener información de personal sanitario o especialistas sobre las valoraciones médicas previas y determinar los servicios y programas apropiados para los niños con necesidades especiales. Además, el personal del campamento debe hallarse familiarizado con las normas sanitarias y de seguridad para los centros asistenciales infantiles. Han de seguir aquellas que sean apropiadas para sus programas e instalaciones.

Los padres deben estar seguros de que personas responsables están cuidando a su hijo, y que éste adquiere una experiencia positiva en el campamento. Para lograr este objetivo, la SEPEAP hace las anteriores recomendaciones a fin de que sirvan como normas a seguir en los campamentos.

Grupo de trabajo de Pediatría Social de la SEPEAP.

Coordinador: Dr. Jesús García Pérez

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