Paracetamol: a focus for the general pediatrician. Marzuillo P, Guarino S and Barbi E. Eur J Pediatr. 2014;173:415-425
El paracetamol es uno de los fármacos más utilizados en pediatría, con usos principalmente en dolor y fiebre. De igual modo constituye la principal fuente medicamentosa de intoxicación pediátrica y puede cursar con fallo hepático agudo.
Extenso articulo de recolección bibliográfica de los conocimientos en torno al paracetamol y su aplicación pediátrica,. Dada la baja unión a proteínas (10-25%), y su alta solubilidad en líquidos, hace que varíe mucho el volumen de distribución en función de la edad. Además, existe un retraso entre concentración máxima en plasma y máximo efecto antipirético, cuantificado en 1-2 horas, debido al desplazamiento desde el plasma al lugar de acción. Ello permite anticipar dosis antes del descenso de concentración plasmática efectiva, con intervalo mínimo de 4 horas. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de programar o anticipar dosis a la desaparición del efecto deseado. Los comprimidos y cápsulas se absorben más lentamente en comparación al jarabe, por lo que retrasa su inicio de acción (60 min frente a 30 min, respectivamente). La absorción rectal es mucho más errática, con concentraciones máximas que varían entre 1.5 y 3 horas de la administración.
Existen diferencias entre las concentraciones del inicio de acción antipirética y antiálgica (5 mg/l frente a 10 mg/l, respectivamente). Mientras que por vía intravenosa y oral se consiguen eficazmente dichas concentraciones, la vía rectal consigue concentraciones de 5 mg/l en dosis habituales, por lo que requiere dosis mayores y no totalmente seguras. Se debería evitar el uso de la vía rectal para el tratamiento del dolor, por su absorción más errática y la necesidad de dosis muchos mayores.
Se pueden utilizar dosis iniciales “de carga” a 30 mg/kg oral o 40 mg/kg rectal seguidas de las dosis habituales para mejorar la eficacia antipirética, aunque no se recomienda en la practica clínica para evitar la confusión posterior y consecuente intoxicación.
A pesar de que el mecanismo farmacocinético no es del todo bien conocido, se sabe que el metabolito tóxico principal es el N-acetil-p-benzoquinoneimina (NAPQI). Dejando aparte los efectos adversos ya bien conocidos, se alude a la posible relación del paracetamol con asma, tanto en embarazadas como en niños, mediante la acción del metabolito tóxico NAPQI causante de daño epitelial, y la inhibición de COX-2, que interviene en la reparación del daño del epitelio respiratorio. Se cree que también atraviesa la placenta generando NAPQI en estados avanzados de la gestación. Se describen los factores que se asocian con un aumento de toxicidad como son el ayuno, malnutrición calórico proteica, miopatías, obesidad y diabetes mal controlada.
Gonzalo de la Fuente Echevarría
Pediatra de EAP. CS Periurbana Norte. Salamanca