Los cierres de escuelas y guarderías se aplicaron como medidas para limitar la pandemia de la enfermedad del nuevo coronavirus 2019 (COVID-19), basándose en la suposición de que los niños pequeños podrían desempeñar un papel clave en la propagación del síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Dadas las graves consecuencias de las restricciones de contacto para los niños, es de gran importancia comprender mejor su contribución a la pandemia COVID-19.
El objetivo de este estudio fue describir la tasa de infecciones por SARS-CoV-2 y la seroprevalencia de anticuerpos SARS-CoV-2 en niños de 1 a 10 años, en comparación con un padre correspondiente de cada niño.
Se trata de un estudio transversal a gran escala, multicéntrico (el estudio COVID-19 BaW) que reclutó a niños de 1 a 10 años y a los padres correspondientes entre el 22 de abril y el 15 de mayo de 2020, en el suroeste de Alemania. Los principales resultados fueron la infección y la seroprevalencia del SARS-CoV-2. Los participantes se sometieron a pruebas de ARN SARS-CoV-2 a partir de hisopos nasofaríngeos mediante la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa y anticuerpos IgG específicos de SARS-CoV-2 en suero mediante ensayos inmunoabsorbentes ligados a enzimas y pruebas de inmunofluorescencia. Los resultados discordantes se aclararon mediante inmunoensayos de electroquimiominescencia, un segundo ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas o un ensayo interno basado en Luminex.
Este estudio incluyó 4964 participantes: 2482 niños (edad media, 6 [rango, 1-10] años; 1265 niños [51.0%]) y 2482 padres (mediana de edad, 40 [rango, 23-66] años; 615 hombres [24.8%]). Dos participantes (0,04%) dieron positivo para el ARN SARS-CoV-2. La seroprevalencia estimada de SARS-CoV-2 fue baja en los padres (1,8% [IC del 95%, 1,2-2,4%]) y 3 veces menor en los niños (0,6% [IC del 95%, 0,3-1,0%]). Entre 56 familias con al menos 1 hijo o padre con seropositividad, la combinación de un padre con seropositividad y un hijo correspondiente con seronegatividad fue 4,3 (IC del 95%, 1,19-15,52) veces superior a la combinación de un padre que fuera seronegativo y un niño correspondiente con seropositividad. Observamos actividad neutralizadora de virus para 66 de 70 muestras de suero IgG positivo (94,3%).
En este estudio transversal, la propagación de la infección por SARS-CoV-2 durante un período de confinamiento en el suroeste de Alemania fue particularmente baja en niños de 1 a 10 años. Lo que significa que la baja seroprevalencia de los anticuerpos SARS-CoV-2 en niños pequeños en este estudio puede indicar que no desempeñan un papel clave en la propagación del SARS-CoV-2 durante la pandemia actual.
Javier López Ávila
Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca
