El uso de probióticos se encuentra muy extendido en la práctica clínica. Este artículo es el resultado de la revisión de un panel de expertos de la Asociación Europea de Pediatría en relación a guías, recomendaciones y evidencia de alta calidad sobre cuestiones relevantes a la utilización de probióticos en diferentes situaciones clínicas.
Analiza el papel de los probióticos en ámbitos de Prevención (infecciones comunes, nosocomiales, diarrea asociada a antibióticos y de alergias), Tratamiento (cólico del lactante, desórdenes funcionales y diarrea aguda), y Seguridad (pacientes en estado crítico o inmunodeprimidos).
Se sugieren recomendaciones positivas sobre el uso de cepas estrictamente definidas en la prevención de infecciones respiratorias de vías altas en niños que acuden a guardería, diarrea nosocomial y diarrea asociada a antibióticos, y en el tratamiento de gastroenteritis aguda y cólico del lactante.
Los probióticos no se recomiendan para la prevención de infecciones gastrointestinales en niños preescolares, infecciones nosocomiales del tracto respiratorio, patología atópica, ni en el tratamiento de desórdenes funcionales.
Aunque su uso en general es seguro, hay que tener especial precaución en situaciones como la prematuridad, inmunosupresión, pacientes críticamente enfermos, portadores de catéteres centrales y prótesis valvulares, y en el síndrome de intestino corto.
Sheila de Pedro del Valle
Pediatra. Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila