Flyer JN, Congdon E, Yeager SB, et al. Improvement Science Increases Routine Lipid Screening in General Pediatric Cardiology. J Pediatr. 2024 May 28:114118
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38815743/
En el ámbito de la cardiología pediátrica se ha observado una baja adherencia a las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (AAP/NHLBI, por sus siglas en inglés) para la detección temprana de trastornos lipídicos en niños. Esta falta de detección adecuada puede tener consecuencias graves para la salud cardiovascular de los niños en riesgo de dislipemia y enfermedades cardiovasculares.
Para abordar esta problemática, un equipo de cardiología pediátrica implementó un programa de mejora de la calidad con el objetivo de aumentar la prevalencia de detección de lípidos en la práctica clínica. El objetivo de este estudio es describir seis años de esfuerzos de mejora de la calidad en cardiología pediátrica para aumentar la prevalencia del cribado lipídico de rutina entre pacientes de cardiología de 9 a 11 y de 17 a 21 años. Las intervenciones se llevaron a cabo mediante ciclos de Planificar, Hacer, Estudiar, Actuar (PDSA, por sus siglas en inglés), con una fase inicial utilizando extracción de sangre convencional y una fase posterior que incluyó la implementación de pruebas de lípidos en el lugar de atención al paciente (point-of-care o POC). Estas intervenciones involucraron el asesoramiento sobre lípidos durante las consultas de rutina, la mejora de la educación del paciente y la introducción de pruebas en el sitio de atención (POC) para obtener resultados rápidos en la clínica.
La tasa de respuesta a la encuesta de atención primaria fue del 32% (95/294); se observó un 56% de acuerdo con las directrices de la AAP/NHLBI y un fuerte apoyo (97%) a la participación de la cardiología pediátrica en el cribado de lípidos. La tasa media de cribado lipídico basal en cardiología pediátrica aumentó al 7% con la educación del paciente y al 61% después de la reorganización del sistema, que incluyó la realización de pruebas en el lugar de atención al paciente, evitando el desplazamiento o demoras en los resultados. Las tasas de cribado entre 1467 pacientes fueron similares en todos los grupos de edad (p= 0,98). Más pacientes recibieron cribado lipídico mediante pruebas en el punto de atención (91,7%), en comparación con la flebotomía (8,3%), siendo especialmente preferida entre los pacientes más jóvenes (88% en 9-11 años). Se detectaron valores anormales de lípidos en el 20,5% de los pacientes, con mayor prevalencia en los pacientes con obesidad (33,3%). Las anormalidades lipídicas detectadas no difirieron según la metodología de cribado (p= 0,49).
El estudio enfatiza la importancia de las intervenciones de mejora de la calidad y la reorganización del sistema para aumentar la efectividad en la implementación de directrices clínicas. Las pruebas realizadas en el lugar de atención al paciente (POC), al proporcionar resultados rápidos a través de una simple punción en el dedo, mejoraron la satisfacción del paciente y la eficiencia del asesoramiento médico, permitiendo un asesoramiento inmediato en la clínica y eliminando la necesidad de visitas separadas al laboratorio. Aunque el estudio tuvo limitaciones, como la diversidad de pacientes en un entorno rural, sus hallazgos coinciden con otros estudios y resaltan el potencial de estas pruebas para mejorar la detección de lípidos en entornos pediátricos y de atención primaria. Estos resultados podrían tener implicaciones significativas para la salud pública, especialmente en la prevención a largo plazo de enfermedades cardiovasculares.