La notificación de dos episodios de convulsiones en dos adolescentes en la Comunidad Valenciana en 2009 tras ser administrada la vacuna frente al VPH dio lugar a un gran revuelo mediático afectando negativamente a la confianza sobre ésta. El objetivo de los autores es la descripción de la sospecha de reacciones adversas notificadas en esta Comunidad, y comparar en concreto la tasa de síncope y convulsiones con otras vacunas que se administran entre los adolescentes.
La tasa de reacciones adversas fue de 103 por cada 100.000 vacunas administradas (IC 95%: 89-118). De éstas un 77% referían únicamente manifestaciones sistémicas, un 11% solo locales y en un 12% ambos tipos de manifestaciones. Las que con mayor frecuencia se notificaron fueron mareos (27%), cefalea (23%), síncope o pérdida de conciencia (20%) y fiebre (17%). El dolor en el lugar de la inyección solo se notificó en un 10%. La tasa de notificación de síncope o pérdida de conciencia fue de 17 por cada 100.000 dosis administradas, asociando sólo un pequeño número convulsiones (6 de 32) y ocurriendo la mayoría el mismo día de la administración de la vacuna (28 de 32). La tasa de notificación de convulsiones fue de 3,2 (IC 95%: 0,6-5,7) por 100.000 dosis administradas, dos tercios asociadas a síncopes y el resto como notificación única. Todas ellas ocurrieron el mismo día de la administración, excepto una, que fue comunicada como “gran mal” y que sucedió 50 días tras la vacuna. Las 248.677 dosis de otras vacunas distintas a la del VPH administradas generaron un total de 27 notificaciones. Las tasas de notificación de síncope y convulsión fueron de 6,4 (IC 95%: 3,2-9,5), y 0,4 (IC 95%:0,3-1,1) por 100.000 dosis administradas respectivamente, por tanto, inferior a las referidas con la vacuna del VPH.
Las reacciones adversas notificadas son las mismas que las descritas en la ficha técnica. Sin embargo, la tasa en la Comunidad Valenciana es superior a la declarada en el sistema de vigilancia pasiva de EEUU (VAERS), tanto de forma global como en lo relacionado a síncopes y convulsiones. Este hecho puede estar relacionado con la importancia mediática que se dio a la comercialización de la vacuna y con la aparición de los episodios de convulsiones en estas dos jóvenes. Asimismo la tasa observada es superior respecto a la de otras vacunas administradas en esta época de la vida, que se puede explicar por el efecto Weber (mayor número de notificaciones en los primeros años tras el inicio de la comercialización de un fármaco).
De cualquiera de las maneras, diversos estudios señalan que los beneficios de la vacuna frente a VPH superarían ampliamente a los posibles efectos adversos, siendo éstos similares a los de cualquier vacuna.
Sheila de Pedro del Valle
Médico Interno Residente. Hospital Universitario de Salamanca