
Screening de patología infecciosa del niño refugiado

Idomeini (Camino Ibarz)
A finales de 2016 se alcanzó un récord en el número de refugiados, 22.5 millones, de los que la mitad son niños. Es necesario atender no sólo patologías somáticas agudas que puedan adquirir en el tránsito hacia Europa, sino que estos niños pueden ser enfermos crónicos ya en su país de origen sumando mayores dificultades de salud. Además, la incidencia de desórdenes mentales está aumentada en este grupo por lo que es necesario una atención multidisciplinar. En este contexto, este artículo centra su contenido en el manejo de las patologías infecciosas a la llegada de niños refugiados.
Los niños refugiados proceden de países con alta incidencia de TUBERCULOSIS (>100/100.000), a lo que se suma las malas condiciones en el tránsito. La mayoría de expertos recomiendan el estudio de la infección latente en todos los menores refugiados, pero haciendo especial hincapié en los menores de 5 años que son los que mayor riesgo tienen de desarrollo de la enfermedad. Si se utiliza el test de tuberculina es de especial importancia anotar el resultado y fecha del test ya que los cambios de residencia son comunes en esta población.
El estudio de la infección e inmunidad frente al virus de la HEPATITIS B se recomienda de forma generalizada dado que existen tratamientos efectivos para la hepatitis crónica. En ocasiones se aboga incluso por la inmunización directa sin realizar estudio serológico cuando no existe certeza de visitas médicas posteriores. La infección por HEPATITIS C suele ser asintomática en niños y no es necesario tratamiento inmediato. Aun así, es recomendable el screening serológico dada su condición de riesgo de hijo de madre portadora. En el África Subsahariana 1 de cada 25 adultos se considera infectado de VIH por lo que en este grupo demográfico es indispensable el estudio y tratamiento inmediato.
En todos los refugiados procedentes o que hayan transitado zonas endémicas del África Subsahariana y /o alrededores del río Nilo se debe descartar ESQUISTOSOMIASIS. Otras infecciones helmínticas sin embargo solo se considera estudiarlas si existe clínica sospechosa o eosinofilia de forma persistente. En niños refugiados hospitalizados se debe considerar la presencia de BACTERIAS MULTIRRESISTENTES.
Sería indispensable un documento de consenso sobre la actuación ante patologías infecciosas en los niños refugiados que habría que adaptar a las características de éstos y del país o región receptora. Requisitos legales, económicos y logísticos son cuestiones limitantes a superar.
Sheila de Pedro del Valle
Pediatra. Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila