Kan HQ, Srinivas SM, Sanjeeva GN, et al. Scrotal ulcers in an infant with multisystem inflammatory syndrome in children associated with severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 infection. Pediatr Dermatol. 2022 Jan;39(1):141-142. doi: 10.1111/pde.14871
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/pde.14871
La mayoría de los casos de síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) manifiestan características mucocutáneas inespecíficas. Se presenta el caso único de un lactante de 3 meses de edad que presentó púrpura, descamación acral y úlceras escrotales. Las úlceras escrotales no se han reportado previamente en MIS-C y se suman al espectro de hallazgos cutáneos asociados con el trastorno.
El síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) es un trastorno inflamatorio asociado con el síndrome respiratorio agudo grave por infección por coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La mayoría de los casos tienen características mucocutáneas inespecíficas.
Se trata de un varón de 3 meses de edad con fiebre alta durante 10 días, seguida 5 días después de una erupción generalizada y úlceras escrotales. Presentó cinco deposiciones blandas durante 1 día, junto con irritabilidad y distensión abdominal. Su temperatura era de 37,5 °C con una frecuencia cardiaca de 132 lpm, presión arterial de 122/93 mmHg y relleno capilar prolongado. El examen físico reveló taquipnea, retracción subcostal, crepitantes basales bilaterales y hepatomegalia. Se observaba una púrpura reticulada difusa en tronco (Figura 1A) y miembros superiores e inferiores, con púrpura plantar bilateral. Presentó descamación en las yemas de los dedos de las manos y de los pies (Figura 1B) y múltiples úlceras no dolorosas con bordes enrollados eritematosos y costras de color negro verdoso en el escroto (Figura 2).
Figura 1. A. Púrpura reticulada difusa en el tronco. B. Púrpura en los pies y descamación en los dedos de los pies.
Figura 2. Múltiples úlceras con bordes enrollados eritematosos y costras de color negro verdoso en el escroto.
Un hemograma completo reveló anemia (hemoglobina 9,8 g/dL) y leucocitosis (recuento total de linfocitos 27 000/μL), con plaquetas normales. Los marcadores inflamatorios estaban elevados: PCR > 100 mg/L, VSG 70 mm/hora, ferritina sérica 708 ng/mL, dímero D 2,75 µg/mL, lactato deshidrogenasa 367 U/L e interleucina-6 998 pg/ml (normal <7)). Las pruebas de función renal, enzimas hepáticas e INR fueron normales. La serología de dengue, la prueba de Weil-Felix y la IgM para chikungunya fueron negativas. Los cultivos de sangre, orina y líquido cefalorraquídeo no mostraron crecimiento. La radiografía de tórax mostró consolidación multifocal del lóbulo inferior. La ecocardiografía fue normal. La reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) para el SARS-CoV-2 fue negativa, pero los anticuerpos (IgG e IgM) del dominio de unión al receptor del SARS-CoV-2 (IgG e IgM) fueron positivos. Las características clínicas y las investigaciones sugirieron el diagnóstico de MIS-C secundario a COVID-19. Se manejó con éxito con presión positiva continua en las vías respiratorias, inmunoglobulina intravenosa, ceftriaxona, prednisolona oral 2 mg/kg/día y mupirocina tópica y óxido de zinc para las úlceras.
El MIS-C fue reportado por primera vez en mayo de 2020 como un trastorno inflamatorio pediátrico parecido a la enfermedad de Kawasaki. En Estados Unidos, a 1 de noviembre de 2021, se han informado 5526 casos de MIS-C a los CDC. Una revisión sistemática de ocho estudios de MIS-C, incluyendo 440 pacientes, encontró que la piel era el segundo sistema más comúnmente involucrado (73%). Los signos mucocutáneos habitualmente reportados incluyen una erupción difusa inespecífica, conjuntivitis, cambios en la mucosa oral, eritema y fisuras alrededor de los labios, y edema y descamación acral. Otro estudio describió la erupción no específica como urticarial, morbiliforme o livedoide. Las características cutáneas se superponen con las observadas en la enfermedad de Kawasaki e infecciones como el dengue, chikungunya, rickettsia y síndrome de shock tóxico.
Los hallazgos únicos en este caso infantil fueron la púrpura reticulada difusa y las úlceras escrotales. Los lactantes representan solo el 7% de los MIS-C reportados. Solo existe otro caso de un recién nacido con MIS-C que presentó máculas purpúricas en las nalgas que luego se ulceraron. Los autores atribuyeron las úlceras a la microangiopatía. La coagulopatía y la vasculitis son un sello distintivo de la COVID-19 grave, y su efecto combinado puede provocar ulceración cutánea. La COVID-19 debe incluirse entre las infecciones que pueden causar úlceras escrotales.
Por tanto, en esta era de pandemia cualquier niño que presente fiebre, exantema y úlceras genitales también debe someterse a pruebas de marcadores inflamatorios y anticuerpos anti-SARS-CoV-2, ya que la RT-PCR puede ser negativa. El examen cutáneo minucioso en busca de cambios isquémicos y el tratamiento oportuno pueden mejorar el pronóstico del MIS-C.