La obesidad es una enfermedad crónica con opciones de tratamiento limitadas en pacientes pediátricos. Liraglutida puede ser útil para controlar el peso en adolescentes con obesidad.
En este ensayo aleatorizado, doble ciego, que consistió en un período de tratamiento de 56 semanas y un período de seguimiento de 26 semanas, se reclutaron adolescentes (de 12 a <18 años de edad) con obesidad y una respuesta deficiente a la terapia de estilo de vida exclusiva. Los participantes fueron asignados aleatoriamente (1:1) para recibir liraglutida (3.0 mg) o placebo por vía subcutánea una vez al día, además de la terapia de estilo de vida. La variable principal fue el cambio desde la línea de base en el índice de desviación estándar del índice de masa corporal (IMC) en la semana 56.
Un total de 125 participantes fueron asignados al grupo de liraglutida y 126 al grupo de placebo. Liraglutida fue superior al placebo con respecto al cambio desde el inicio en el puntaje de desviación estándar de IMC en la semana 56 (diferencia estimada, -0.22; intervalo de confianza [IC] del 95%, -0.37 a -0.08; P = 0.002). Se observó una reducción en el IMC de al menos 5% en 51 de 113 participantes en el grupo de liraglutida y en 20 de 105 participantes en el grupo de placebo (porcentaje estimado, 43.3% vs. 18.7%), y se observó una reducción en el IMC de al menos 10% en 33 y 9, respectivamente (porcentaje estimado, 26.1% vs. 8.1%). Se observó una mayor reducción con liraglutida que con placebo para el IMC (diferencia estimada, -4,64 puntos porcentuales) y para el peso corporal (diferencia estimada, -4,50 kg [para cambio absoluto] y -5,01 puntos porcentuales [para cambio relativo]). Después de la interrupción, se observó un mayor aumento en el puntaje de desviación estándar del IMC con liraglutida que con placebo (diferencia estimada, 0.15; IC 95%, 0.07 a 0.23). Presentaron eventos adversos gastrointestinales más participantes en el grupo de liraglutida que en el grupo placebo (81 de 125 [64.8%] versus 46 de 126 [36.5%]) y eventos adversos que llevaron a la interrupción del tratamiento del ensayo (13 [10.4%] vs. 0). Pocos participantes en cualquiera de los grupos tuvieron eventos adversos graves (3 [2.4%] versus 5 [4.0%]). El investigador evaluó un suicidio, que ocurrió en el grupo de liraglutida, como poco probable que estuviera relacionado con el tratamiento del ensayo.
Concluyen que en adolescentes con obesidad, el uso de liraglutida (3.0 mg) más terapia de estilo de vida condujo a una reducción significativamente mayor en el puntaje de desviación estándar de IMC que el placebo más la terapia de estilo de vida.
Javier López Ávila
Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca