El meningococo es una bacteria que habita en nuestras vías respiratorias, con capacidad para traspasar esta barrera, diseminándose por nuestro organismo y produciendo enfermedad. Puede producir meningitis, o sepsis (infección diseminada), o ambas a la vez. En cualquier caso es una enfermedad grave con una mortalidad de hasta un 10% de los casos, y puede dejar secuelas importantes entre los supervivientes, hasta en un 30% de los casos.
Existen diferentes tipos de meningococo, pero son 5 los que causan enfermedad en nuestro medio: A,B,C,W,Y.
Afortunadamente, disponemos de diferentes vacunas frente a estos tipos:
- Meningococo B.
- Meningococo C.
- Meningococo A,C,W,Y.
La enfermedad meningocócica no afecta por igual a todas las edades. En la edad pediátrica, el mayor riesgo es para los lactantes menores de un año, seguido de los niños de 1 a 4 años. También los adolescentes (15-19 años) son un grupo de riesgo elevado.
El calendario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) incluye las siguientes vacunas frente a meningococo:
- Meningococo C: a los 4 meses, 12 meses.
- Meningococo A,C,W,Y: a los 12 -14 años (con rescate hasta los 18 años).
El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de pediatría, recomienda:
- Meningococo B: 2 meses, 4 meses, 12-15 meses.
- Meningococo C: a los 4 meses.
- Meningococo A,C,W,Y: a los 12 meses, 12- 14 años (rescate hasta los 18 años). Además, con carácter individual, los niños en edades menores de los 12 meses y entre 1 y 12 años se beneficiarían también con esta vacuna, aumentando así su protección antimeningocócica.
Los padres deben conocer todas las posibilidades para proteger a sus hijos frente a esta enfermedad que, si bien es poco frecuente, es muy grave y se puede prevenir mediante vacunación.
Si tienes dudas, consulta a tu equipo pediátrico.