Marsubrin PMT, Firmansyah A, Rohsiswatmo R, et al. Vitamin D and gut microbiome in preterm infants. BMC Pediatr. 2024 Sep 16;24(1):588
https://bmcpediatr.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12887-024-05055-9
La deficiencia de vitamina D se encuentra, aproximadamente, en el 79% de los nacidos pretérmino, siendo esta incidencia mayor en aquellos nacidos por debajo de las 32 semanas de gestación. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, los pretérminos y los nacidos de muy bajo peso son más vulnerables a padecer fenómenos de disbiosis intestinal, definida ésta como aquel desequilibrio que afecta a la composición y distribución del microbiota, así como la actividad de sus diferentes metabolitos y, consecuentemente, la posibilidad de padecer fenómenos de translocación bacteriana intestinal. Recientemente, se ha sugerido que la vitamina D desempeña un papel fundamental en la regulación de los mecanismos intestinales que afectan a la composición y las funciones del microbiota.
De esta manera, el presente estudio tiene como objetivo determinar si existe relación entre los niveles de vitamina D y la disbiosis intestinal en estos pacientes. Para ello, se diseñó un estudio prospectivo de cohorte realizado en la Unidad de Neonatología del Hospital Cipto Mangunkusumo, Hospital Terciario de Indonesia, desde noviembre de 2019 hasta enero de 2021. Se incluyeron 43 nacidos pretérmino por debajo de las 32 semanas de gestación o un peso al nacimiento menor de 1500 gramos. Se excluyeron a aquellos con sospecha sindrómica, malformaciones congénitas o datos maternos incompletos. Los niveles séricos de vitamina D – 25-hidroxicolecalciferol se obtuvieron de muestras sanguíneas del cordón umbilical. Para el estudio del microbiota se realizó un examen fecal al séptimo día de vida para evaluar las bacterias intestinales mediante PCR en tiempo real para cuatro géneros bacterianos: Bifidobacteriaceae, Lactobacillaceae, Enterobacteriaceae y Clostridiaceae. Un índice Lactobacillaceae / Enterobacteriaceae < 1 se tomó como parámetro indicativo de disbiosis.
Como resultados se obtuvieron que un 53,4% de los pacientes presentaban deficiencia de vitamina D (entre 5-15 ng/mL). Al comparar la microbiota en ambos grupos, se observó que la presencia de Lactobacillaceae era mayor (67.66%) en el grupo no deficitario frente al deficitario en vitamina D (13.16%) y que la incidencia de disbiosis era del 60.87%. Sin embargo, no se encontró asociación estadísticamente significativa entre el porcentaje de deficiencia de vitamina D y la presencia de disbiosis (RR 0.49; 95% CI (0.10–2.37), valor p = 0.38), tras ajustar distintos factores de confusión (como la toma de vitamina D durante el embarazo o la edad gestacional).
Como conclusiones, la vitamina D no se asoció significativamente con disbiosis en esta muestra. Sin embargo, el estudio encontró que la proporción de Lactobacillaceae y Enterobacteriaceae en aquellos con deficiencia de vitamina D era menor que en aquellos sin deficiencia de vitamina D. Por esta razón, es necesario realizar más estudios para confirmar este hallazgo.