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otoscopio

A pesar de que esta técnica no es en absoluto novedosa, resulta sorprendente la poca utilización que se hace de ella en nuestro medio por parte del pediatra, e incluso por parte de muchos especialistas. La otoscopia neumática fué inventada y popularizada por el médico alemán Emil Siegle, de Stuttgart, en 1864.

La otitis media es uno de los diagnósticos más frecuentes que se hacen en la consulta de pediatría. La otitis media con exudado, efusión o derrame, mal conocida habitualmente como “otitis serosa”, es relativamente asintomática y frecuentemente se acompaña de pérdida de audición (hipoacusia de transmisión).  En muchas ocasiones este derrame no desaparece tras el tratamiento de una otitis media aguda, pudiendo permanecer en el oído medio durante semanas o meses. Esta persistencia es debida, en parte, a una disfunción de la trompa de Eustaquio y a la absorción de oxígeno por parte de las células mucosas creando una presión negativa que favorece la continuidad del derrame. Dicho derrame disminuye la audición y favorece la invasión bacteriana con infecciones recurrentes.

La exploración de la membrana timpánica debe incluir la evaluación de la posición, color, grado de reflejo y  movilidad de la misma. Los cambios en los patrones de movilidad timpánica que se observan  cuando se aplican presiones positivas o negativas en el canal auditivo externo, mediante un sistema cerrado, proporcionan mucha información sobre los trastornos en la membrana timpánica y el oído medio. La movilidad timpánica se obtiene fácilmente por medio de una sencilla técnica denominada otoscopia neumática que puede ser realizada rutinariamente en la exploración ótica del niño. Consta simplemente de una pera de goma o caucho autorecuperable, de pequeño tamaño, que está conectada a un tubo de plástico y de un adaptador que permite su inserción en el orificio del otoscopio. Los movimientos aplicados con los dedos en las paredes permiten provocar presiones positivas o negativas en el conducto auditivo. La mayoría de los cabezales de los otoscopios diagnósticos de calidad tienen, en su parte lateral, un orificio para conectar esta pera, denominada de Siegel.

Para conseguir la movilización del tímpano aplicando las citadas presiones a través del otoscopio es esencial conseguir un sistema hermético con el instrumento, el espéculo y el canal auditivo. Es imprescindible que el modelo de otoscopio consiga la hermeticidad especialmente entre la lupa y el cabezal y entre éste y el espéculo. Existen unos espéculos con punta de goma en forma de oliva para evitar las molestias y favorecer el hermetismo. Para comprobar si hay fugas, antes de empezar, es conveniente apretar con fuerza la pera de goma y ver si se desinfla al ocluir con un dedo la punta del espéculo.

El movimiento de la membrana timpánica es proporcional a la presión aplicada. La presencia de derrame o una presión negativa modifican mucho dicha movilidad. Cuando la presión en el oído medio es similar a la ambiental, realizando pequeños movimientos de presión positiva y negativa con la pera se observa con claridad como el tímpano se mueve de una forma parecida al papel de fumar.  La aplicación de presión positiva (colapsar la pera), provoca, en condiciones normales, el alejamiento de la membrana timpánica. La aplicación de presión negativa (relajar la pera una vez se ha introducido el otoscopio con la pera colapsada). Este movimiento se observa más fácilmente en el cuadrante posterosuperior y es proporcional a la presión aplicada. Si es hipermóvil probablemente se trata de un tímpano atrófico o fláccido. Si el movimiento es anormal al aplicar una presión positiva o negativa, indicará la presencia de derrame, cicatrices o escaras en el tímpano o presiones muy negativas en el oído medio.

Los otoscopios actuales permiten la otoscopia normal y la neumática como perfeccionamiento del espéculo-otoscopio de Siegle. La otoscopia neumática proporciona una información mucho más fidedigna y dinámica de la situación real del oído medio que la simple visualización del tímpano. Es esencial para el seguimiento de la evolución del derrame en el oído medio cuando no se dispone de una técnica objetiva como la impedanciometría o la reflectometría acústica. La combinación de otoscopia visual y otoscopia neumática, mejoran mucho la sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativo en comparación con la simple otoscopia visual. Sin embargo, es una técnica de interpretación subjetiva, requiere de un  cierto aprendizaje y experiencia para realizarla e interpretar correctamente los resultados y sigue siendo dependiente de la limpieza del conducto auditivo externo. La pera de goma tiene un coste económico muy bajo (pocos euros) por lo que la relación con la eficacia es muy alta. Para más información sobre la otoscopia neumática pulse aquí.

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