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Accesibilidad del pediatra de atención primaria a pruebas complementarias

16 Mar 2021 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Actualizaciones Bibliográficas

Martín Y, Albañil MR, García C, Jiménez R, Muñoz E, Martínez MJ. Acceso a pruebas complementarias para el diagnóstico de enfermedades infecciosas en las consultas de pediatría de atención primaria. An Pediatr (Barc). 2021 Feb;94(2):82-91. doi: 10.1016/j.anpedi.2020.03.015

La mayor parte de procesos infecciosos pediátricos son resueltos en atención primaria. El objetivo del estudio es conocer la disponibilidad de solicitud y realización de pruebas complementarias y el acceso y tiempo de demora de los resultados de las mismas de los pediatras que trabajan en el ámbito público en atención primaria.


Estudio observacional, transversal y descriptivo. Se realiza a través de una encuesta voluntaria distribuida on-line entre abril y mayo de 2017 entre los socios de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y los suscriptores de la lista de distribución de PEDIAP. Contestan 517 pediatras, 82.6% mujeres y 71.4% con una edad entre 45 y 65 años. Casi tres cuartas partes cuentan con enfermera pediátrica siempre o casi siempre. 57% refieren que tiene un buen acceso al ámbito hospitalario.
El 32.9% de los pediatras no puede recoger muestra diariamente. Se establecen como pruebas complementarias básicas el hemograma, bioquímica, proteína C reactiva y sistemático de orina. Todos son ampliamente utilizados en atención primaria obteniendo sus resultados en menos de 24 horas en más del 70% de los pediatras. En relación al diagnóstico de faringoamigdalitis utilizan el test rápido de detección de antígeno (TRDA) un 79%. De ellos 82% pide ocasionalmente un cultivo faríngeo, generalmente por la demora en su resultado dado que el 50% de los pediatras tarda 4 días o más en recibirlo. Andalucía, Extremadura, Canarias y Castilla y León son las zonas con menor implantación del TDRA con la alta incidencia de prescripción de tratamientos no necesarios para esta patología que ello supone. Los pediatras menores de 45 años tienden a realizarlo ellos mismos en la consulta a diferencia de los que superan esta edad.
Existen limitaciones que afectan de especial modo a los diagnósticos de infección urinaria. En cuanto a los métodos de recogida de orina se realiza por bolsa en el 88% o por orina al acecho en el 70%. Solo un 18% realiza sondaje. Esto pone de manifiesto que la mayoría de los cultivos son recogidos a su vez de forma no adecuada ya que según las últimas revisiones han de realizarse mediante sondaje. Con respecto a los cultivos, el urocultivo es el más solicitado seguido del coprocultivo y el cultivo faríngeo. El 44% de los pediatras tarda 4 días o más en recibir los resultados del cultivo de orina. El 78.6% solicita menos de una serología a la semana, la más frecuente la del virus Ebstein Barr. Los resultados tardan 7 o más días en el 30%. Existe una gran variabilidad en los datos recogidos relacionados con el diagnóstico de tos ferina. Los pediatras de 45 a 65 años son los que más pruebas solicitan. La técnica más disponible es la PCR (87%) aunque el 62% tiene que derivar al paciente para realizarla. Solo el 2% dispone del resultado en el día con la dificultad para el control de contactos que ello supone. El Mantoux es empleado en el 90% de los que rellenaron la encuesta. El 68.1% realiza la lectura personalmente. La accesibilidad a pruebas de imagen es cercana al 100%. Las consideradas como urgentes se envían al hospital quedando a criterio del médico responsable la indicación de realizarlas o no. El 2% de pediatras de atención primaria realizan ellos mismos la ecografía en sus centros.
En cuanto a disponibilidad de los resultados comparando poblaciones de >10.000 habitantes y <10.000 habitantes los resultados no se obtienen de forma más tardía en poblaciones más pequeñas.
Entre las limitaciones del estudio destaca la naturaleza observacional del mismo y un probable sesgo de selección dado que la encuesta sólo se envió a determinados pediatras con una muestra del 7.93% en relación a todas las plazas de pediatría.
Como conclusión podemos decir que se han puesto en evidencia áreas de mejora en la accesibilidad y procesamiento de pruebas diagnósticas que interfieren en la capacidad de resolución e intervención de los pediatras de atención primaria. Dado que son datos recogidos en 2017 cabe esperar que en encuestas futuras los resultados mejoren.

Sheila de Pedro del Valle
Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila

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