Estudio descriptivo sobre el uso de dispositivos electrónicos en menores de 5 años. Se realiza mediante una entrevista presencial y un cuestionario administrado a los padres. Se determinan diversos factores sociodemográficos, distinción entre los distintos dispositivos utilizados y uso de los mismos.
Se recluta una muestra con un tamaño muestral de 422 pacientes. Presentan una edad media de 27.6 meses. El 39.8% de las madres y el 33.4% de los padres tienen el graduado escolar. El 50.5% de los padres está bajo el nivel considerado como umbral de la pobreza. El 90% utilizan el smartphone.
El 75.6% de los niños está expuesto al uso de dispositivos móviles. De éstos, el 20.6% tienen edades entre 1 y 12 meses, el 24.5% entre 13 y 24 meses, el 18.2% entre 25 y 36 meses, el 21.3% entre 37 y 48 meses y el 15.4% entre 49 y 60 meses. La mediana de edad de comienzo de uso son 12 meses. La tableta electrónica presenta diferencias significativas en edad como primer dispositivo de uso. El porcentaje de niños que tienen en propiedad los dispositivos es directamente proporcional a la edad, llegando al 18.42% en los niños entre 3 y 5 años, siendo la tableta electrónica también la más frecuente (68.4%). El 25.7% usa 2 o más dispositivos electrónicos. El 15.9% tiene una tablet en su dormitorio, el 3.6% un ordenador (el 1.7% ambos), y un 2.1% el móvil. La frecuencia de uso esta inversamente relacionada al nivel educativo materno de manera significativa.
El 38.6% recibe ayuda para su uso, el 21.6% alguna vez, el 17.6% raramente y el 22.3% nunca. El uso es principalmente para visualización de videos (70.8%), jugar a videojuegos 56.7%, mientras que para leer sólo el 1.2%. El 60% les deja utilizar dichos dispositivos mientras los padres hacen sus tareas diarias, en mayor o menor medida.
Recientes estudios lo han asociado a alteraciones en el bienestar y en la relación entre padres y niños. Se ha asociado a alteraciones del sueño y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Algunas alteraciones en el comportamiento y aprendizaje. Es necesario controlar el contenido y el tiempo de exposición, aunque son necesarios más estudios que determinen el impacto directo de su uso.
Así, actualmente, la recomendación es que no se utilicen antes de los 18 meses, y entre los 2-5 años se haga controlando el contenido y por un periodo máximo de 1h.
Gonzalo de la Fuente Echevarría
Pediatra de AP. CS Ciudad Rodrigo. Salamanca