Estudio prospectivo de un año de duración con un total de 125 profesores de niños en edad preescolar. Se evalúan conocimientos previos y posteriores a 19 sesiones en la detección, manejo de medicación y técnicas de reanimación. Las sesiones constan de 50 minutos repartidos entre teoría y práctica. Se evalúa previamente a la sesión, inmediatamente después y entre 4-12 semanas después.
Antes del estudio el 63% estaba familiarizado con las alergias, y el 81% tenía una media de 3 niños alérgicos. Hasta un 11% había tenido que intervenir en una situación de emergencia relacionada con las alergias, y un 3% había tenido que administrar medicación. El 11% de los profesores se sentía preparado para actuar en una emergencia anafiláctica, un 88% directamente después del curso y un 79% a las 4-12 semanas. La administración de medicación de rescate se haría solo bajo condiciones específicas (como prescripción médica, autorización especial) por el 47% de profesores previo al curso, por el 33% tras éste, y por el 31% a las 4-12 semanas. Aumentando de manera proporcional (40, 59 y 61% respectivamente) el uso de la medicación, aunque no hubiera ningún tipo de autorización previa. El número de inyecciones sin complicaciones asciende de 3% a 35% (tras el curso), y 16% tras 4-12 semanas.
El conocimiento para reconocer correctamente todos los síntomas implicados en una reacción anafiláctica varía de 9%, al 60% y al 31% de los profesores (al inicio, tras el curso y a las 4-12 semanas, respectivamente).
Se constata la necesidad de formación teórico-práctica en profesores, dada la inmediatez y gravedad de las reacciones anafilácticas. Aunque el seguimiento es reducido refleja la necesidad de una formación continuada.
Gonzalo de la Fuente Echevarría
Pediatra de AP. CS Ciudad Rodrigo. Salamanca