La alergia alimentaria afecta hasta un 10% de los niños y va en aumento en los países desarrollados.
Muchos factores se han asociado con un aumento del riesgo de alergias, desde antecedentes familiares, etnia y estilo de vida, pero siempre la dieta ha sido el centro de atención en cuanto a la investigación para la prevención. En este artículo se resumen los hallazgos más recientes en cuanto a estrategias en relación a la dieta durante el embarazo y el primer año de vida.
En cuanto al embarazo, hasta la fecha no se han demostrado pautas dietéticas eficaces en las madres para prevenir las alergias alimentarias de los niños por lo que se les recomienda seguir una dieta equilibrada sin restricciones.
Previamente surgió la hipótesis de que una exposición temprana a proteínas alergénicas podía inducir alergias y que las fórmulas hidrolizadas podrían tener un papel protector. Sin embargo, recientes revisiones no encuentran diferencias entre el riesgo de desarrollar alergia alimentaria en función de haber tomado fórmula hidrolizada o estándar.
Con referencia al primer año de vida, datos de ensayos clínicos actuales muestran que la introducción del cacahuete en los primeros 12 meses reduce el riesgo de alergia al mismo en lactantes considerados de alto riesgo. Así mismo, se sugiere un efecto protector de la introducción del huevo entre los 4 y los 6 meses en cuanto al desarrollo de alergia a este alimento, siendo de alto riesgo la mayoría de niños que participaron en los estudios.
Como vemos, la introducción temprana de alimentos más alergénicos parece una medida prometedora de cara a disminuir el riesgo en niños predispuestos. Se necesitan más estudios para descubrir otras intervenciones que puedan beneficiar a la población general.
Laura Gómez Recio
Médico Interno Residente de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca