Cada vez existe más evidencia de que los probióticos tienen un efecto protector frente a la aparición de eccema en los primeros años de vida, pero no está muy claro si se trata solo de un retraso en el inicio o si es, en efecto, una prevención primaria. Ya existe un ensayo controlado con placebo sobre Lactobacillus rhamnosus tomado diariamente desde la semana 35 de gestación hasta los 2 años de edad y demostró que Lactobacillus rhamnosus HN001 protegió contra el desarrollo de eccema a estas edades y contra la sensibilización atópica a los 6 años.
Este estudio aporta los datos ampliando la edad a los 11 años. Como resultados destaca que la suplementación con HN001 en la primera infancia se asoció con reducciones significativas en la prevalencia de eccema a los 11 años con un riesgo relativo [RR] = 0.46, IC 95% 0.25‐0.86, P = 0.015 y de rinoconjuntivitis alérgica con un RR = 0.73, IC 95% 0.53‐1.00, P = 0.047. HN001 se asoció también con una reducción significativa en la sensibilización atópica (cociente de riesgo [HR] = 0.71, IC 95% 0.51‐1.00, P = 0.048), eczema (HR = 0.58, IC 95% 0.41‐0.82, P = 0,002) y sibilancias (HR = 0,76, IC del 95% 0.57‐0.99, P = 0.046).
Este artículo tiene su importancia porque concluye que esta es la primera terapia con probióticos que muestra resultados positivos durante al menos la primera década de la vida en todo el espectro de enfermedades alérgicas.
Eva Navia Rodilla Rojo
Pediatra de Atención Primaria. Salamanca