Meyer R, Cianferoni A, Vazquez-Ortiz M. An update on the diagnosis and management of non-IgE-mediated food allergies in children. Pediatr Allergy Immunol. 2025 Mar;36(3):e70060
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/pai.70060
El artículo ofrece una revisión integral sobre las alergias alimentarias no mediadas por IgE en población pediátrica. Estas enfermedades incluyen síndromes bien definidos como el síndrome de enterocolitis inducida por proteínas alimentarias (FPIES), la esofagitis eosinofílica (EoE), la enteropatía inducida por proteínas alimentarias (FPE) y la proctocolitis alérgica inducida por proteínas alimentarias (FPIP), así como trastornos más controvertidos como los trastornos de la dismotilidad inducidos por proteínas alimentarias, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico inducida por proteínas alimentarias (FPGORD) y el estreñimiento inducido por proteínas alimentarias (FPC).
Las reacciones suelen ser de inicio tardío, lo que dificulta su reconocimiento. Además, los síntomas como vómitos, diarrea, sangre en heces o estreñimiento crónico se solapan con los de trastornos digestivos funcionales, lo que puede llevar a errores diagnósticos o dietas innecesariamente restrictivas. Excepto en EoE, donde se requieren biopsias para el diagnóstico, en la mayoría de los casos se basa en la respuesta clínica a una dieta de eliminación seguida por la reintroducción del alimento sospechoso.
Se hace énfasis en la necesidad de abordar estas alergias con una estrategia sistemática, basada en una historia clínica detallada y el apoyo de profesionales en nutrición para evitar déficits alimentarios y promover la introducción oportuna de alimentos. En el caso de FPIES, por ejemplo, se describe su presentación aguda con vómitos intensos, letargia y diarrea tras la ingesta del alimento desencadenante, y se señala la importancia de planes de manejo de emergencias. Para EoE, se detallan las opciones terapéuticas, incluyendo dieta, esteroides tópicos, y el uso emergente de biológicos como dupilumab.
El artículo concluye destacando la necesidad de mejorar la educación médica sobre estas patologías, el desarrollo de criterios diagnósticos más específicos y la realización de estudios poblacionales para entender mejor su prevalencia, evolución natural y respuesta a tratamientos. También se señala la urgencia de investigaciones futuras que permitan establecer guías clínicas basadas en evidencia sólida.