Nuotio J, Laitinen TT, Magnussen CG, et al. Predictors in Youth of Adult Cardiovascular Events. Pediatrics. 2024 Nov 1;154(5):e2024066736
https://doi.org/10.1542/peds.2024-066736
La aterosclerosis es una enfermedad multifactorial con sus raíces en la infancia. Estudios previos han demostrado que factores de riesgo cardiovascular como el índice de masa corporal (IMC), la presión arterial sistólica (PAS), el nivel total de colesterol (CT), el nivel de triglicéridos (TG) y el tabaquismo juvenil, sobre todo en combinación desde la primera infancia, fueron asociados con eventos cardiovasculares en adultos y con muertes por causas cardiovasculares antes de los 60 años.
Este estudio en particular compara la utilidad de un modelo de riesgo basado únicamente en factores de riesgo no analíticos versus un modelo que incluye el perfil lipídico para predecir eventos cardiovasculares en la edad adulta.
El estudio incluyó a 11.550 participantes de 7 estudios de cohortes longitudinales en Estados Unidos, Australia y Finlandia con mediciones de factores de riesgo en la adolescencia y seguimiento hasta la edad adulta. Los factores de riesgo de los adolescentes se definieron mediante el uso de estándares clínicos que incluyeron el sobrepeso u obesidad, la presión arterial elevada, el tabaquismo y los niveles de colesterol total y triglicéridos. La variable dependiente de estudio fue la aparición de eventos de enfermedad cardiovascular, fatal o no fatal, evaluados médicamente y que ocurrieron después de los 25 años.
De 11.550 participantes (55.1% mujeres, edad media 50.0 ± 7.7 años), 513 (4.4%) tuvieron eventos cardiovasculares confirmados. En un modelo multivariable (hazard ratio con intervalo de confianza 95%), la presión arterial elevada (1.25 [1.03–1.52]), el sobrepeso (1.76 [1.42–2.18]), la obesidad (2.19 [1.62–2.98]), el tabaquismo (1.63 [1.37–1.95]) y el colesterol total alto (1.79 [1.39–2.31]) fueron predictores de eventos cardiovasculares (p < 0.05). Por otro lado, la adición de lípidos (colesterol total y triglicéridos) al modelo no analítico (edad, sexo, presión arterial, IMC y tabaquismo) no mejoró la predicción de eventos cardiovasculares en la edad adulta.