La mayoría de los médicos usan el estetoscopio tradicional o acústico, que se ha ido perfeccionando según las necesidades del usuario: pediátrico, de adulto, para cardiólogos, de anestesista y de enfermería. El coste depende del uso al que va destinado, de la calidad de sus componentes: material de los tubos y olivas (plástico, goma, acero, aluminio), peso, diafragma, cabezal simple o doble y del prestigio del fabricante.
La aparición de los estetoscopios electrónicos y digitales aporta unas ventajas indudables sobre los tradicionales: amplificar los sonidos y poderlos observar en una pantalla, grabar y reproducir las señales de audio/vídeo para registrarlas en la historia clínica electrónica o enviarlas por vía digital (telemedicina), mejorar la auscultación para especialistas al poder seleccionar o modificar el espectro de sonido (respiratorio/cardiaco) o eliminando el sonido y permitir la grabación y reproducción de algunos parámetros para la educación y enseñanza.
Los inconvenientes de estos instrumentos son: menor ligereza y manejabilidad, mayor coste de compra, mantenimiento y reparación, precisan baterías, pueden interferir con otros aparatos electrónicos como teléfonos móviles o buscapersonas y son más difíciles de desinfectar.
No es necesario un estetoscopio electrónico en la mayoría de las actividades del pediatra generalista. Es más recomendable para situaciones específicas, ya sea por la especialidad médica, por dificultades en la audición, por un entorno ruidoso (ambulancias) o por motivos educativos.
Modelos de estetoscopios electrónicos-digitales:
Ekuore (Fig.1)
Es el primer fonendoscopio electrónico español inalámbrico con tecnología Bluetooth capaz de transmitir el audio de la auscultación a smartphones, tabletas y equipos de audio. Dispone de un sistema de campanas intercambiable que permite adaptarse a las necesidades del explorador y una aplicación gratuita descargable a través de Google Play y APP Store.
Eko (Fig.2)
Es un dispositivo que se acopla a un estetoscopio estándar de un solo tubo y transmite vía Bluetooth las señales a un smartphone o tableta permitiendo su grabación-reproducción y, también, registrarlo en una historia clínica electrónica.
CardioSleeve (Fig.3) y Ekoscope (Fig.4)
Similares al anterior que permiten, además, realizar un ECG en tres puntos.
One (Fig.5)
Estetoscopio digital absolutamente novedoso que sólo requiere unos auriculares para la auscultación, eliminando la conexión clásica -de goma o plástico- ente la membrana y las olivas del oído.
ViscopeMD (Fig.6)
Es un modelo compacto con fonocardiograma integrado y un algoritmo que permite detectar rápidamente anomalías cardíacas y murmullos.
Contec CMS-M (Fig.7)
Incorpora la observación del ECG en una pantalla a la que se le puede añadir una conexión con un pulsioxímetro.
Santiago García-Tornel Florensa