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Manejo integral de la meningitis bacteriana y enfermedad meningocócica: Actualización de las guías NICE

21 Ene 2025 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Actualizaciones Bibliográficas, Noticias

Paing A, Elliff-O’Shea L, Boardman L, Turner D, Glennie L; Guideline Committee. Meningitis (bacterial) and meningococcal disease: recognition, diagnosis and management-summary of updated NICE guidance. BMJ. 2024 Nov 27;387:q2452

https://www.bmj.com/content/387/bmj.q2452

El documento presenta un resumen actualizado de las guías NICE (2024) para el reconocimiento, diagnóstico y manejo de la meningitis bacteriana y la enfermedad meningocócica, enfermedades graves y potencialmente mortales que requieren intervenciones rápidas y precisas. La actualización incorpora avances en vacunación y extiende las recomendaciones para incluir a adultos, además de niños.

A continuación, se presentan los aspectos clave:

  1. Reconocimiento temprano: Dado que los síntomas iniciales suelen ser inespecíficos, se destacan combinaciones de «banderas rojas» como fiebre, rigidez de cuello, cefalea y alteraciones en el nivel de consciencia. También se aborda la dificultad de identificar signos en lactantes y personas con discapacidades cognitivas.
  2. Diagnóstico y tratamiento inicial: Se recomienda la administración de antibióticos dentro de la primera hora de llegada al hospital. En casos donde se sospecha meningitis bacteriana o enfermedad meningocócica, se aconseja iniciar antibióticos antes de realizar pruebas diagnósticas como punción lumbar, siempre que no haya retrasos clínicamente significativos.
  3. Terapia prehospitalaria: Aunque los antibióticos administrados antes de llegar al hospital no muestran una mejora significativa en los resultados clínicos, se sugieren en situaciones de demora en la transferencia al hospital, especialmente cuando se sospecha enfermedad meningocócica. Ceftriaxona es el tratamiento preferido.
  4. Cuidado poshospitalario: Se enfatiza en la importancia del seguimiento entre 4-6 semanas después del alta para detectar complicaciones a largo plazo como problemas neurológicos, auditivos, ortopédicos y psicológicos. Los niños menores de un año requieren revisiones durante al menos un año tras el alta, mientras que los mayores deben ser controlados durante dos años para prevenir complicaciones del neurodesarrollo.
  5. Consideraciones prácticas: Las guías incluyen recomendaciones para mejorar la detección temprana y la administración rápida de antibióticos en el entorno hospitalario, además de implementar cuidados integrales para pacientes y sus familias.

En síntesis, este artículo subraya la necesidad de un manejo temprano y efectivo de estas infecciones graves, ofreciendo un enfoque integral que abarca desde el diagnóstico oportuno hasta la rehabilitación a largo plazo. Esto busca minimizar complicaciones y garantizar una atención centrada en el paciente.

Eva Navia Rodilla Rojo. Pediatra Centro de Salud de Cáceres

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