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El paciente oncológico febril en urgencias

19 Dic 2024 | Actualidad, Actualidad Grupo de Trabajo Actualizaciones Bibliográficas, Noticias

Gómez B, Almarza F, López-Almaraz R, Quintana O, Mintegi S. Characteristics of oncology patients with fever and invasive bacterial infections diagnosed. Acta Paediatr 2024 Dec;113(12):2550-2555

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/39091245/

En el paciente febril oncológico se define como neutropenia severa un recuento de neutrófilos menor de 500 células/mcl. Esta condición se asocia a alto riesgo de infección bacteriana en el torrente sanguíneo con una prevalencia del 10-20%. Aunque muchos textos han estudiado los factores de riesgo en estos niños para evitar hospitalizaciones innecesarias, son pocas las reglas de predicción validadas ya que la epidemiología y los test diagnósticos son variables. El objetivo del artículo es describir las características clínicas de los pacientes oncológicos febriles atendidos en un Servicio de Urgencias de un hospital terciario español. A su vez, se valorarán las características microbiológicas de las infecciones bacterianas invasivas (IBI) diagnosticadas en función del desarrollo posterior de sepsis.

Estudio observacional prospectivo y unicéntrico basado en registros de datos que incluye a todos los pacientes oncológicos que se encuentran en tratamiento quimioterápico en el momento de su visita a urgencias entre los años 2016 y 2022. Se consideraron niños y adolescentes de alto riesgo los diagnosticados de leucemia linfoblástica aguda y linfoma no Hodgkin en fase de inducción, reinducción, consolidación o recaída, y las leucemias mieloblásticas en todas sus fases. El diagnóstico de IBI se estableció con el aislamiento de una bacteria patógena en sangre, líquido cefalorraquídeo u otro fluido estéril y la definición de infección relacionada con el catéter precisó el aislamiento de un microorganismo comensal concomitante en el cultivo periférico y de catéter central o en dos extraídos del catéter. Los criterios de sepsis y shock séptico se basaron en el score de Phoenix.

Durante el periodo del estudio se atendieron a 157 pacientes en 418 episodios (media de 2 episodios). La leucemia linfoblástica aguda fue la patología de base más frecuente (272, 65.0%). Se realizó hemograma en el 98.8% de los episodios y hasta en el 45.0% (186) se demostró la presencia de neutropenia severa. Se administró una dosis de antibioterapia empírica en 406 episodios (97.1%) siendo cefepime el fármaco más usado (373, 91.8%). 82 pacientes (19.6%) recibieron el alta desde el servicio de urgencias. Se diagnosticó una IBI en 61 episodios (14.6%): 28 en contexto de infección relacionada con catéter, 25 con bacteriemia, 6 sepsis, 1 meningitis bacteriana y 1 tiflitis. La etiología bacteriana más frecuente fue el S. epidermidis (26; 42.6%) seguido de E. coli (8;13.1%) y S. oralis (5;8.2%). Las bacterias gram positivas causaron hasta el 67.2% de las IBIs sin criterios de sepsis y sólo el 50.0% de las que cumplieron criterios de esta patología. Los 26 aislamientos de S. epidermidis correspondieron a IBIs sin criterios de sepsis excepto uno (en el que se aisló en el cultivo de catéter central, hemocultivo periférico y en líquido cefalorraquídeo). Sólo 13 (3.1%) de los pacientes fueron clasificados como inestables a su llegada. En estos las ratios de IBI y sepsis fueron mayores (38.5 vs 13.8%; IC 95%: -2.0 a 51.2%; p=0.02 para IBI y 23.1% vs 1.0%; IC 95%: -0.8% a 45.0%; p>0.01 para sepsis). Los pacientes con neutropenia severa fueron diagnosticados más frecuentemente de IBI (20.0% vs 10.6%; IC 95%: 2.4-16.4%; p>0.01) pero no de sepsis.

Entre las limitaciones del estudio destaca el carácter unicéntrico por lo que los datos no son extrapolables a otros centros con diferencias epidemiológicas y con ratios distintos de enfermedad oncológica. Además, el uso de los criterios de Phoenix para definir sepsis y shock séptico puede hacer que los datos no sean comparables con otros estudios publicados.

Hasta en el 80.0% de los niños y adolescentes atendidos, la fiebre tenía una duración menor de 3 horas desde la primera vez que fue detectada. Esto aumenta la dificultad en la identificación de IBI y posibilidad de sepsis posterior dado que los biomarcadores sanguíneos son menos precisos. Además, la mayoría a su llegada (97.6%) se clasificó con buen estado general por lo que dada la incidencia de IBI en los datos mostrados es indispensable la obtención de cultivo y analítica en todos estos pacientes.

Los pacientes con cáncer hematológico de alto riesgo tienen una alta incidencia de IBI y sepsis y la mayoría se presentará en urgencias con pocas horas de fiebre y buen estado general. Los datos obtenidos del estudio demuestran que las bacterias gram positivas, en su mayoría comensales, son causa de más de tres cuartas partes de las IBIs que no cumplen criterios de sepsis, por lo que el aislamiento de una bacteria gram negativa está relacionado con más de la mitad de los episodios de esta patología.

Sheila de Pedro del Valle

Pediatra. Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila

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