Hasta el 27 de abril de 2020, más de dos millones de personas en todo el mundo han sido diagnosticadas de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), siendo Europa uno de los principales grupos actuales de la pandemia.
A pesar de la ausencia de pruebas, los niños han sido considerados como una posible fuente de diseminación del virus de niños a adultos, y las escuelas han sido cerradas en la mayoría de los países. Sin embargo, los hallazgos parecen indicar una menor susceptibilidad de los niños a COVID-19 y un bajo contagio.
Dentro de los 7 días posteriores a la cuarentena de población impuesta en Francia (iniciada el 17 de marzo de 2020), se observó un aumento en el número de lactantes pequeños con síndrome respiratorio agudo grave por infección por coronavirus 2 (SARS-CoV-2).
En este hospital pediátrico, los pacientes que presentan fiebre o síntomas respiratorios, o ambos, y que requerían ingreso al hospital eran gresados en una unidad dedicada a infección del SARS-CoV-2. Durante la primera semana de cuarentena, 14 lactantes menores de 3 meses fueron ingresados en esta unidad, y cinco de estos lactantes pequeños fueron diagnosticados con COVID-19 sobre la base de hisopos nasofaríngeos positivos para SARS-CoV-2. Sus presentaciones clínicas diferían de las reportadas en artículos sobre niños con COVID-19, que presentan pocos datos de los lactantes más pequeños.
Los cinco lactantes con COVID-19 fueron varones. Eran sanos, pero fueron ingresados con fiebre aislada y mal tolerada (apéndice). Ninguno de los niños recibió antiinflamatorios no esteroideos antes del ingreso, no tenían síntomas respiratorios antes o durante la hospitalización (en contraste con los datos publicados), y no necesitaron cuidados intensivos (se proporcionan radiografías de tórax en el apéndice).
Cuatro de los niños mostraron síntomas neurológicos al ingreso, como hipotonía axial o somnolencia y quejido, o ambos (apéndice), lo que llevó a hacer punciones lumbares. Las muestras de líquido cefalorraquídeo fueron normales y dieron negativo para SARS-CoV-2 por RT-PCR. Los lactantes no recibieron más medicamentos que el paracetamol. Su curso clínico fue rápidamente favorable, lo que permitió el alta hospitalaria de 1 a 3 días después del ingreso. Un pediatra dedicado supervisó el seguimiento, que consistió en una llamada telefónica diaria utilizando un cuestionario estandarizado durante 2 semanas.
Se describe la experiencia de COVID-19 en cinco lactantes pequeños. En el contexto de la pandemia, deben hacerse pruebas de SARS-CoV-2 a los lactantes menores de 3 meses con fiebre aislada. Aunque los lactantes pueden presentar inicialmente signos de infección grave, los autores muestran que los lactantes más pequeños toleran y mejoran rápidamente de COVID-19, a diferencia de los adultos hospitalizados con COVID-19. Sin embargo, debido a que se sabe poco sobre la infección por SARS-CoV-2 en lactantes, se requiere una monitorización estrecha durante al menos 2 semanas después del diagnóstico. Todos los padres de los lactantes mostraron signos leves de infección viral (es decir, rinitis, tos o fiebre, o ambos, durante <1 semana), que podrían estar relacionados con COVID-19 no diagnosticado.
Javier López Ávila
Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario de Salamanca
