Ghirardo S, Cozzi G, Tonin G, et al. Increased use of high-flow nasal cannulas after the pandemic in bronchiolitis: a more severe disease or a changed physician’s attitude? Eur J Pediatr. 2022 Nov;181(11):3931–6
https://link.springer.com/article/10.1007/s00431-022-04601-w
Tras la pandemia de SARS-CoV-2, se observó un notable aumento del uso de cánulas nasales de alto flujo para el soporte respiratorio en la bronquiolitis. El objetivo de este estudio es informar del porcentaje de niños tratados con cánula nasal de alto flujo (CNAF) en varias temporadas. Los resultados secundarios fueron los ingresos por bronquiolitis, los resultados virológicos, la carga hospitalaria y la necesidad de UCIN/UCIP.
Se realizó un estudio retrospectivo multicéntrico, examinando los registros médicos de todos los lactantes menores de 12 meses hospitalizados por bronquiolitis en las últimas cuatro temporadas de invierno (1 de septiembre-31 de marzo de 2018-2022). En la temporada de invierno 2021-2022, el 66% de los niños ingresados recibieron CNAF frente al 23%, 38% y 35% en los 3 años anteriores. Un total de 876 pacientes fueron hospitalizados en los períodos de estudio. En 2021-2022, 300 lactantes fueron hospitalizados por bronquiolitis, 22 en 2020-2021, 259 en 2019-2020 y 295 en 2018-2019. El porcentaje de pacientes que necesitaron cuidados intensivos varió del 28,7% al 18%, 22% y 15% en cada uno de los cuatro periodos considerados. El 77% de los niños recibieron oxígeno en el invierno 2021-2022 vs 50%, 63% y 55% en los 3 años anteriores. Se utilizó VMNI/CPAP en el 23%, 9%, 16% y 12%, respectivamente. En 2021-2020 se intubó al 2% de los pacientes, 0 en 2020-2021, 3% en 2019-2020 y 1% en 2018-2019.
Los resultados de este estudio muestran un marcado aumento de los ingresos por soporte respiratorio y cuidados intensivos este último invierno. Si bien estos índices de gravedad fueron todos impulsados por decisiones médicas, los índices más confiables como la tasa de intubación y la duración de la estancia no cambiaron. Por lo tanto, se sugiere que existe una actitud terapéutica más agresiva en lugar de una enfermedad más grave.