El piojo o pediculus humanus capitis es un parásito del cuero cabelludo del ser humano que al inocular su saliva produce una reacción de hipersensibilidad que produce picor e inflamación.
No sobrevive más de 24-48 horas fuera del huésped y necesita temperaturas altas para su crecimiento. La hembra adulta pone de 4 a 10 liendres al día durante un mes. Sus huevos o liendres se unen al pelo por una secreción adherente, insoluble en agua y muy resistente.
Se diferencian de la caspa en que permanecen fijadas al cabello y producen un leve chasquido cuando son presionadas entre dos superficies duras. Si la liendre está cerca de la raíz del pelo y es de color blanco mate, el contagio ha sido reciente; si se halla a una distancia superior a 1,5 cm del cuero cabelludo y es traslúcida, se trata de una infestación antigua. Las larvas eclosionan a los 5-10 días de la puesta.
El piojo prefiere vivir en cabellos limpios y en las zonas más cercanas a la nuca (occipitocervicales) y las orejas (retroauriculares), ya que estas áreas poseen una temperatura más elevada, pero no presenta preferencia en cuanto color, tipo o longitud del pelo.
¿Cómo se contagian?
Por contacto físico o por compartir fómites (peines, sombreros, gorros, bufandas, pañuelos o auriculares), ya que no vuelan ni saltan.
¿Qué síntomas producen?
El picor en la zona afectada es lo más frecuente. El rascado produce escoriaciones e incluso infecciones secundarias.
¿Cómo se tratan?
El tratamiento es tópico, en forma de champú o loción (importante leer el prospecto de cada producto para mantener el tiempo de actuación adecuado y repetir cuando corresponda, en general,
a los 7-10 días).
- Insecticidas como la permetrina (primera elección según la OMS) a concentraciones del 0,5 al 1,5%, aunque puede presentar resistencias.
- Siliconas como la dimeticona. Se recomiendan especialmente en asmáticos, atópicos o fallo tras el uso de las permetrinas.
- También se puede usar alcohol bencílico o extracto de semillas del árbol de Neem sin generar resistencias.
- En paralelo con la aplicación de cualquier preparado, es fundamental el peinado con lendrera de forma repetida y sistemática a diario, incluso varias veces al día, dividiendo el pelo por zonas, si es posible sobre pelo mojado.
- No llevar al niño al colegio/ guardería hasta haber aplicado el tratamiento.
¿Cómo se pueden prevenir?
Tienen evidencia científica como repelentes el IR 3535 (al 10% en mayores de un año, y al 20% a partir de los 2 años) y el octanediol.
Está totalmente desaconsejado lavar el pelo con champús pediculicidas como la permetrina como medida preventiva, por riesgo de toxicidad y de generar resistencias.
- Llevar el pelo recogido, no compartir gorros, gomas del pelo…
- Los productos naturales que existen en el mercado no tiene eficacia científica demostrada (vinagre, aceite de árbol de té).
- Pasar la lendrera todas las semanas.
Resumen de tratamiento según la edad:
< 1 año: lendrera.
> 1 año: alcohol bencílico.
> 2 años, embarazadas y mujeres en período de lactancia: permetrina y siliconas.
– Pacientes con pieles atópicas o asmáticos: siliconas.
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