Se trata de una actualización sobre las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP) en cuanto a la prevención y control de la gripe en niños.
Los niños tienen todos los años las tasas más altas de gripe en la comunidad durante la época epidémica. Juegan un papel fundamental en la transmisión del virus a sus convivientes y otros contactos cercanos además de que no están exentos de morbilidad. Aquellos menores de 5 años, especialmente < 2 años, y los que tienen determinadas enfermedades de base tienen mayor riesgo de complicaciones y/o hospitalización.
La AAP recomienda la vacunación antigripal universal desde los 6 meses de edad poniendo énfasis en asegurar que aquellos grupos de riesgo y sus convivientes y cuidadores la reciban anualmente. Los menores de 8 años que reciban la vacuna por primera vez deberán recibir dos dosis. Las vacunas inactivadas son bien toleradas en niños tanto sanos como con enfermedades crónicas. Los efectos adversos más frecuentes son dolor en el lugar de inyección, irritabilidad, somnolencia, falta de apetito, cansancio, dolores musculares, cefalea, artralgias y síntomas gastrointestinales. Se puede administrar a la vez que otras vacunas inactivadas o con vacunas vivas. La reacción anafiláctica a una vacuna previa se considera contraindicación para la vacunación. La alergia al huevo en cambio no es contraindicación, por lo que no es necesario preguntar por la existencia de tal alergia antes de la vacunación. Enfermedades leves con o sin fiebre no son contraindicación para la vacunación, sin embargo en el caso de enfermedad moderada o grave sí se recomienda postponerla hasta la resolución del cuadro. Aquellos niños con COVID -19 pueden recibir la vacuna cuando el cuadro agudo se haya resuelto.
En el caso de antecedente de síndrome de Guillain-Barré menos de 6 semanas tras una vacuna previa de gripe hay que tener precaución, aunque se considera que el beneficio de la vacunación supera los riesgos.
En cuanto al momento de vacunación, predecir con precisión el inicio y la duración de la temporada de gripe es imposible. Una estrategia efectiva pasa por iniciar la vacunación antes de que el virus circule y continuar vacunando durante la temporada de gripe, particularmente este año, que se espera que el SARS-COV-2 siga circulando. La AAP recomienda completar la vacunación a finales de octubre. Datos en adultos sugieren que una vacunación muy temprana puede asociarse con niveles de inmunidad subóptimos antes del fin de la temporada gripal, pero se refieren a iniciarla en los meses de julio o agosto.
En cuanto al tratamiento antiviral, se recomienda en niños con sospecha o confirmación de gripe que estén ingresados, tengan enfermedad grave o progresiva, o enfermedad de base con mayor riesgo de complicación. Se puede considerar en niños sin factores de riesgo si se puede iniciar en las 48 horas siguientes al inicio de la enfermedad y en niños que tengan hermanos o convivientes menores de 6 meses o con otros factores de riesgo.
Laura Gómez Recio
Pediatra de AP. CS de Béjar. Salamanca
