Bowen VB, McDonald R, Grey JA, et al. High Congenital Syphilis Case Counts among U.S. Infants Born in 2020. N Engl J Med. 2021 Sep 16;385(12):1144-1145. doi: 10.1056/NEJMc2111103
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2111103
La sífilis congénita, una infección potencialmente mortal causada por la transmisión de Treponema pallidum de una mujer a su feto durante el embarazo, puede resultar en aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer y muerte infantil. Mientras que muchos lactantes con sífilis congénita son asintomáticos al nacer, pueden aparecer signos clásicos en los 2 primeros años de vida, entre ellos erupción cutánea, secreción nasal copiosa, hepatoesplenomegalia, ictericia relacionada con hepatitis sifilítica, deformidades óseas y afectación neurológica. Aunque estas secuelas se pueden prevenir cuando la sífilis materna se diagnostica y se trata 30 días o más antes del parto, la incidencia de sífilis congénita en los Estados Unidos está aumentando.
Figura 1. Casos reportados de sífilis congénita entre lactantes estadounidenses nacidos en 2010-2020.
La sífilis congénita es una enfermedad de declaración obligatoria en los 50 estados y el Distrito de Columbia, así como a nivel nacional. A 29 de julio de 2021, se había informado a los CDC de un total de 2022 lactantes nacidos en 2020 con sífilis congénita (Figura 1). Este número ya supera los 1870 casos reportados en 2019, representa el recuento de casos más alto desde 1994 y es probable que continúe aumentando hasta que el período de notificación finalice en octubre de 2021. De los casos reportados actualmente en 2022, 139 (6,9%) involucraron muerte relacionada con sífilis congénita.
Los aumentos en el recuento de casos de sífilis congénita son anteriores a la pandemia de la enfermedad por coronavirus de 2019 (Covid-19) y han persistido durante las interrupciones relacionadas con la pandemia de los sistemas de atención médica y de salud pública. Los aumentos recientes reflejan aumentos en la sífilis no tratada entre las mujeres y sus parejas sexuales masculinas.
Detener la transmisión comunitaria de la sífilis es la forma más eficaz de prevenir la sífilis congénita; sin embargo, la identificación y el tratamiento de la sífilis en mujeres embarazadas siguen siendo críticas para prevenir la muerte y la discapacidad infantil. Los CDC recomiendan la detección universal de la sífilis en la primera visita prenatal, con la repetición de la detección a las 28 semanas de gestación y en el momento del parto para las mujeres que viven en áreas con alta morbilidad o que tienen un mayor riesgo individual.
La implementación de estrategias que reducen la transmisión perinatal del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), incluida la prevención de la infección en las mujeres, el aumento de las pruebas prenatales y los avances en el tratamiento materno, se han asociado con una disminución en los casos anuales de VIH perinatal de un estimado de 1760 en 1991 a menos de 40 en 2019. Un compromiso similar de recursos podría reducir o eliminar la sífilis congénita.