Sinclair EM, Santore MT, Agarwal M, et al. Evolving Clinical Care in Esophageal Button Batteries: Impact of Expert-Opinion Guideline Adoption and Continued Gaps in Care. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2022 Feb 1;74(2):236-243. doi: 10.1097/MPG.0000000000003346
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34724451/
La incidencia de impactación esofágica tras la ingesta de pilas de botón ha aumentado drásticamente en los últimos 20 años, incrementando su mortalidad y morbilidad, especialmente cuando se refiere a la impactación esofágica. Este aumento de lesiones ha provocado la creación de directrices basadas en opiniones de expertos para intentar prevenir consecuencias graves como la perforación esofágica, la fístula traqueoesofágica (TEF) y la fístula aortoesofágica (AEF). De todas formas, pocos estudios detallan el impacto de las guías en la atención clínica de estos pacientes, motivo por el cual nace este trabajo.
Se trata de un estudio de cohortes unicéntrico, de pacientes con impactación esofágica de pilas de botón, con pacientes entre los 6 meses y los 17 años. La población se divide en dos cohortes, aquella previa a la introducción de las guías de opinión de expertos (2007-2017) y otra después de la misma (2018-2020). Ambas están compuestas por 31 y 32 pacientes respectivamente, sin diferencias clínicas entre los participantes. Se recogieron otros datos como la extracción de la PBE y el curso clínico inmediato a la misma, así como durante el ingreso en caso de precisarlo.
Tras la introducción de las guías se visualizó que un mayor número de pacientes se vio sometido a pruebas de imagen complementarias y seriadas, aumento de la estancia hospitalaria y en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), así como en consideraciones nutricionales como la nutrición enteral o parenteral, y la duración de la dieta absoluta. Se justifica el ingreso en UCI así como la necesidad de intubación por la necesidad de sedación para la realización de imágenes complementarias, especialmente tras la extracción del cuerpo extraño. Sin embargo, no se vieron diferencias estadísticamente significativas en el resultado y pronóstico de los pacientes.
Sin embargo, cabe destacar que todavía existen lagunas a la hora de las recomendaciones, como son el tiempo de seguimiento del paciente, la técnica de extracción de la pila, las pruebas de imagen complementarias a realizar así como cuándo solicitarlas, o la progresión nutricional.
Por tanto, podemos concluir que, si bien la introducción las recomendaciones de expertos han servido para cambiar el abordaje hospitalario, es necesario contar con directrices y recomendaciones de otras especialidades, como Radiología, Cirugía y Anestesiología. De este modo, se podrán evaluar no solo las consecuencias a corto sino a largo plazo.
