Revisión clara y concisa de la convulsión febril. Los autores repasan su concepto, epidemiología, pruebas diagnósticas indicadas y tratamiento a seguir.
Las conclusiones principales incluyen la alta frecuencia de convulsiones febriles simples, la no indicación de pruebas de laboratorio ni de neuroimagen ante una niño sano con una convulsión febril simple, y la no indicación de fármacos antiepilépticos para prevenir nuevas convulsiones, ni en régimen intermitente ni en continuo.
Los fármacos indicados en el momento agudo según los autores son el diazepam o loracepam intravenosos, y si no es posible, diazepam rectal o midazolam bucal o intranasal.
Teresa de la Calle Cabrera
Pediatra de Área. CS Tamames. Salamanca