V Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil”
- El V Estudio CinfaSalud, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), revela que los padres y madres españoles no están concienciados de la necesidad de que sus hijos e hijas mejoren sus hábitos nutricionales, cada vez más alejados de la dieta mediterránea
- Cuatro de cada diez progenitores encuestados tienen una percepción errónea del peso de sus hijos (42,3%), y el 43,1% de quienes consideran que sus hijos están por encima o debajo del peso normal no toma medidas para solucionarlo
- Según la investigación, ocho de cada diez niños y niñas españoles (82,8%) no desayunan bien
- Eduardo González Zorzano, experto en nutrición del Departamento Médico de Cinfa, recomienda distribuir la ingesta calórica en cinco comidas al día y guiarse por la pirámide alimentaria “para garantizar a los escolares todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo físico e intelectual”
Pamplona, 10 de octubre de 2016.- Siete de cada diez niños y niñas españoles (71%) comen al tiempo que ven la tele o manipulan una pantalla táctil o el móvil, según el V Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil”, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). De ellos, el 5,2% siempre come delante de una pantalla, el 20,3% lo hace habitualmente y el 45,5%, a veces. El estudio revela, además, que los menores con este hábito sufren de mayor sobrepeso u obesidad que los que no lo tienen.
Esta tendencia a la obesidad aumenta a medida que se incrementa el uso de estos dispositivos en los niños y niñas. Como recuerda el doctor Cristóbal Coronel, secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y patología gastrointestinal de la SEPEAP, “el teléfono móvil, la televisión y cualquier tipo de pantalla táctil deben aparcarse durante la comida, porque impiden disfrutar de las texturas y sabores de los alimentos. Además, no permiten la conversación familiar y anulan cualquier posibilidad por parte de los progenitores de inculcar a sus hijos e hijas hábitos saludables a la mesa, que les ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad o enfermedades crónicas de base nutricional en la infancia como la diabetes o la hipertensión”.
La investigación se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.000 mujeres y hombres de todas las comunidades autónomas con hijos e hijas de entre 6 y 12 años. Como explica Eduardo González Zorzano, experto en nutrición del Departamento Médico de Cinfa, “los resultados del estudio indican que los progenitores españoles deben ser más conscientes de la necesidad de que sus hijos e hijas mejoren sus hábitos nutricionales, cada vez más alejados de nuestra dieta mediterránea de siempre”.
Percepción equivocada del peso de los hijos
De acuerdo a los datos ofrecidos por los españoles encuestados respecto al peso y altura de sus hijos, en base a los cuales se ha calculado el IMC (Índice de Masa Corporal) de los menores, el estudio CinfaSalud revela que la percepción de los padres y madres respecto al peso de sus hijos no se corresponde con la realidad [1] en cuatro de cada diez casos (42,3%), y que el 13,1% no tiene conciencia del sobrepeso u obesidad reales de su niño o niña. De acuerdo al doctor Coronel, “el desconocimiento de esta situación puede suponer un riesgo para la salud de los hijos, ya que los progenitores no toman las medidas necesarias para que recuperen su Índice de Masa Corporal idóneo”.
De hecho, aunque perciban que su hijo o hija no se encuentra en su peso normal, cuatro de cada diez (43,1%) padres y madres no toman medidas al respecto. En cambio, el 40,3% lo lleva al pediatra o al médico de familia, el 3,9%, a un nutricionista y uno de cada diez (12,7%) lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional, una medida que, según el experto de la SEPEAP, “puede también entrañar riesgos para la salud del menor”.
Un desayuno completo, asignatura pendiente
De acuerdo al estudio, los menores de nuestro país no siempre siguen hábitos nutricionales saludables en el hogar. En primer lugar, ocho de cada diez niños y niñas españoles (82,8%) no desayunan correctamente. Como explica González Zorzano, “esta primera comida proporciona al menor la energía necesaria para afrontar la primera parte de la mañana y contribuye al rendimiento escolar, por lo que debe cubrir al menos entre el 20-25% de las necesidades nutritivas de los niños. Por esta razón, es crucial que los padres y madres conozcan qué alimentos no pueden faltar en un desayuno completo y equilibrado”. Idealmente, este debe contener un lácteo, un cereal y una fruta, pero la investigación revela que solo uno de cada diez niños y niñas españoles toma fruta en el desayuno (11,7%) y que únicamente el 17,6% bebe zumo natural.
Por otra parte, en el almuerzo, uno de cada diez (12,2%) menores españoles toma bollería industrial, a pesar de las advertencias de los expertos, que aconsejan comer a media mañana una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo. El bocadillo sigue siendo el alimento preferido tanto en los almuerzos (el 73,1% lo toman) como en las meriendas (70,8%).
Mucha carne y poco pescado
Respecto a los alimentos que ingieren los escolares españoles, más de la mitad (51,9%) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo entre una y tres veces. Solo uno de cada cinco niños y niñas (21,3%) toma pescado con la frecuencia recomendada –más de tres veces a la semana-, mientras que tan solo uno de cada diez (12,1%) come verdura en más de siete ocasiones semanales, como indican los nutricionistas. Además, solamente el 30,3% toma fruta con esta misma frecuencia.
Como advierte González Zorzano, “los hábitos de los escolares españoles se alejan cada vez más de nuestra dieta mediterránea y de muchos de los alimentos que la componen, como el pescado, las frutas y las verduras, el yogur y los frutos secos. En esta dieta, están incluidos todos los grupos de alimentos en las dosis que recomienda la pirámide alimentaria, por lo que aporta la cantidad de energía y nutrientes necesarios para un correcto desarrollo físico e intelectual. En cambio, es cada vez más frecuente por parte de la población infantil el consumo de carne, dulces y comida rápida”.
Así lo confirma el dato de que tres de cada cuatro niños y niñas españoles (74,5%) toman chucherías alguna vez a la semana, mientras que solo uno de cada cuatro (25,5%) cumple con las recomendaciones de los nutricionistas y no las come nunca. También el consumo de comida rápida por parte de la población infantil sigue siendo preocupante, dado que, según el “V Estudio CinfaSalud”, ocho de cada diez escolares españoles (82%) consumen comida rápida al menos una vez al mes, a pesar de su escasa calidad nutricional.
Nueve de cada diez niños y niñas no duermen las diez horas diarias recomendadas
Por otra parte, nueve de cada diez (93,1%) hijos e hijas de los españoles encuestados no duermen las diez horas diarias recomendadas por los expertos, a pesar de que diversos estudios indican que la falta de horas de sueño puede estar relacionada con el aumento del sobrepeso y la obesidad, además de afectar al rendimiento físico e intelectual.
De acuerdo al “V Estudio CinfaSalud”, los escolares españoles tampoco dedican el tiempo suficiente al ejercicio físico, que contribuye a equilibrar el consumo y el gasto energético: casi la mitad de los hijos e hijas de encuestados (45,7%)
destina como mucho dos horas a la semana a actividades físicas extraescolares, mientras que uno de cada diez (13,6%) no asigna ni siquiera una hora a este tipo de actividades. Además, el estudio revela que los niños y niñas con un peso normal dedican más tiempo al ejercicio, ya que el 55,4% lo practica más de dos horas a la semana, frente al 51,4% de los niños obesos.
Solo el 37,3% de los padres españoles come habitualmente con sus hijos
Como recalca el doctor Coronel, “la educación y la supervisión de los padres y madres, que deben predicar con el ejemplo, juega un papel fundamental a la hora de lograr que un niño siga una dieta variada y equilibrada”. Sin embargo, solo el 37,3% de los progenitores españoles come habitualmente con sus hijos (diez o más comidas semanales), mientras que el 28,6% de los encuestados realiza con ellos menos de una comida o cena al día. Además, el 17,4% de los padres y madres no come habitualmente lo mismo que sus hijos e hijas a la hora de la comida o la cena.
En cambio, casi todos los progenitores participantes en la encuesta consideran fundamental el papel de los colegios en este aspecto, pues el 94,6% piensa que es necesario que se organicen actividades de educación nutricional en los centros escolares, aunque solo uno de cada dos (51,9%) afirma saber que su hijo o hija recibe esta formación.
A la hora de informarse sobre hábitos de alimentación saludable en edad infantil, dos de cada tres padres y madres encuestados dicen acudir al pediatra (66,1%), mientras que el 22,8% recurre a sus familiares y amigos. Internet es la tercera fuente de información preferida (22,4%), seguida del médico de Atención Primaria (13,9%).
Diez claves para conseguir que nuestros hijos e hijas se alimenten bien:
- 1. Recupera en casa la dieta mediterránea. La dieta española de toda la vida incluye todos los nutrientes que el menor necesita para un correcto crecimiento, gracias a los alimentos de gran calidad nutricional de los que se compone: el aceite de oliva, el pescado, las legumbres y cereales (pan, pasta y arroz), los lácteos, los huevos, las frutas, las verduras, el yogur y los frutos secos. El agua será siempre su mejor complemento.
- Asegúrate de que tus hijos comen cinco veces al día. Los pediatras y nutricionistas españoles recomiendan la distribución de la ingesta de calorías en cinco comidas diarias: un desayuno completo –esencial para que el escolar llegue a la escuela con energía-, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana. De esta manera, se aseguran al menor todos los nutrientes necesarios y se evita el picoteo entre horas.
- Guíate por la pirámide alimentaria. Se trata de un instrumento muy útil a la hora de conocer las raciones de los alimentos y la frecuencia con que nuestros hijos e hijas han de tomarlos. Explícasela y diseñad juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide.
- Evita los alimentos que engordan, pero no alimentan. El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contienen excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Lo mismo sucede con la comida rápida: no la conviertas en un rito semanal.
- Comed en familia. Organizad los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovechad ese momento de reunión para charlar, bromear y hacer planes. Y acuérdate de predicar con el ejemplo: los más pequeños observan e imitan los hábitos de los mayores y aprenden de ellos.
- En la mesa, aparcad el móvil y la televisión. La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa. Los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar, por lo que es recomendable dedicar ese rato a hablar con los tuyos y dejar para otro momento los mensajes, el teléfono o la tele.
- Llévatelos a hacer la compra. Pídeles ayuda para elaborar la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los más mayores a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.
- Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo. Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en un hábito variado y estimulante. Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos.
- Ponles en movimiento. Anima a tus hijos a realizar ejercicio, pero también a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos. Sobre todo, aliéntales a llevar una vida activa, en la que caminen, paseen o suban escaleras de manera cotidiana.
- Asegúrate de que duermen más de diez horas. Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez horas como una herramienta más de combate contra el sobrepeso. Además, todos los niños y niñas necesitan descansar bien para poder afrontar su jornada de juegos y escuela.
[1] El estudio CinfaSalud ha calculado el IMC (Índice de Masa Corporal) de los niños y niñas en base a los datos proporcionados por sus padres y madres. Estos datos han sido cotejados con la tabla de percentiles oficiales marcados por las Curvas y Tablas de crecimiento de la Fundación Faustino Orbegozo.